Monterrey . - Luis Enrique Orozco, gobernador interino de Nuevo León dijo que si no le abren las puertas del Palacio de Gobierno no ejercerá ningún tipo de enfrentamiento; sin embargo, recalcó que oficialmente él es quien está al frente de la administración estatal.
Tras acudir a palacio de Gobierno que encontró cerrado, señaló que está en la mejor disposición de dialogar con Samuel García, e incluso, dijo que en la madrugada del jueves 30 de noviembre le mando mensaje pero no ha tenido respuesta, por lo que confía en que haya un acercamiento.
"Estoy en la mejor disposición de dialogar no sólo con él sino con todos los sectores, con empresarios, grupos sociales, con víctimas de feminicidios, con estudiantes, trabajadores, con todos los sectores en el ánimo del desarrollo de la entidad".
"No ejerceré acto que implique violencia y confrontamiento entre funcionarios públicos y autoridades. Sería irresponsable generar un acto de esa naturaleza, creo en em diálogo como transformador", añadió.
Sobre la no presencia de la policía de Fuerza Civil y de los funcionarios del gabinete a las primeras reuniones que citó, apuntó que se analizará la situación para tomar las acciones prudentes, toda vez que hay asuntos justificados e injustificados.
"Si trajera consecuencias graves y afecte al servicio al que estamos obligados los servidores públicos habremos de tomar las medidas necesarias", advirtió.
Confirmó que la petición de reuniones las hizó al secretario de Seguridad Pública, Gerardo Palacios y al secretario de Gobierno, Javier Navarro.
Orozo recalcó que él es el gobernador interino nombrado por el Congreso y avalado por la Suprema Corte de Justicia, y como tal seguirá en su trabajo, pues caería en un delito. " Debo ejercer esta responsabilidad administrativa, de lo contrario caería en un delito penal y obviamente no voy a incurrir en ello".
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También asegura que si el Congreso le revoca la decisión de interinato acepta porque es hombre de leyes, por lo que son los diputados los que determinan.