"Cuando no se tiene atención médica pública cercana y se debe viajar varias horas para llegar a un IMSS o ISSSTE u Hospital de la Secretaría de Salud, vivir con la enfermedad (grave o crónica) sin medicina o tratamiento y con dolor, para los “olvidados” el remedio es esperar la muerte, asumió Rosalío Ramírez Oropeza, de Tlaxcoapan, quien rebasa los 60 años.
Él acudió a consulta en una brigada médica en su municipio, de la que destacó el servicio de los empleados de salud: “Está bien el trabajo que hacen por la salud de los que vivimos en Tlaxcoapan, el trabajo del gobernador se refleja para nosotros los de 60 (años) y más que habíamos sido olvidados”.
En materia de salud, acercar consultorios móviles, rehabilitar las unidades médicas existentes y entregar ayudas funcionales a las personas que carecen de seguridad social, se debe a que el mandatario “volteó y nos tomó en cuenta”, añadió.
Por su parte, Herminia Crescencia Villa Borges de la comunidad de Velasco, en Omitlán, dijo que Julio Menchaca está ayudando a la gente. Su papá recibió una silla de ruedas “que sí la necesita como muchas personas más que se beneficiaron como él y las madres solteras que reciben un apoyo económico”.
“De verdad se está viendo el cambio con este gobierno, no nos equivocamos al confiar en él y apoyarlo, es amigo del pueblo y lo está demostrando”, recalcó.
En tanto que Amada Francisca López Acosta, partera en Camjoy, municipio de San Bartolo Tutotepec, dijo que por vivir en una comunidad alejada del centro del estado, las embarazadas no cuenten con un servicio médico durante esa etapa de su vida.
Ella siempre ha apoyado en la medida de sus posibilidades a que las mujeres den a luz, y ahora el gobierno le entregó un maletín médico, igual que a otras parteras, por lo que se siente parte del equipo del gobernador y que reconocen su trabajo.