SAN LUIS RÍO COLORADO, Son.- “Confío en que Dios toque el corazón del presidente (Donald Trump), que nos dé una oportunidad para nuestros hijos, para que tengan un mejor estudio, una mejor manera de vivir, necesitamos ayuda, le pedimos disculpas por venir así, no es nuestra intención salir de nuestro país pero con las pandillas no se puede vivir”.
Así lo expresó Orfa Marín, hondureña, quien es una de los 138 centroamericanos que viajan en la caravana migrante y que ayer por la mañana pisó suelo sanluisino para comer y estirar las piernas, ya que será la última escala hasta Tijuana, según la información obtenida.
No obstante, ayer el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ordenó destinar a fiscales y jueces para que asuman con rapidez los casos de los indocumentados que lleguen al país con la caravana migratoria.
"He ordenado a nuestros fiscales en la frontera que tomen medidas inmediatas para asegurar que tenemos suficientes fiscales disponibles. También he ordenado que destinemos a los jueces de inmigración necesarios para los casos que puedan surgir de la 'caravana'", dijo en un comunicado Sessions.
Estos jueces y fiscales estarán encargados de tramitar las detenciones y expulsiones de los inmigrantes, un proceso que normalmente puede tardar años, tiempo en el que los inmigrantes suelen estar autorizados a trabajar en Estados Unidos.
Acompañada por sus hijos y esposo, la centroamericana espera llegar a la frontera para solicitar asilo político a Estados Unidos, toda vez que vienen huyendo de las guerrillas que se viven en el interior de su país.
“Gracias a Dios por comida no hemos sufrido, México tiene buen corazón, nos han apoyado mucho, no hemos sufrido ningún asalto, a los que les pasa es porque se separan del grupo”, expresó mientras preparaba el medicamento que suministraría a uno de sus hijos.
Dijo esperar que el Señor toque el corazón del presidente de Estados Unidos y los reciban del otro lado, pues de lo contrario no sabrá que hacer pues las condiciones en su país no le permite regresar.
“Espero que Dios ponga la mano en la conciencia del presidente, necesitamos ayuda, con las bandas y pandillas no se puede vivir, le pedimos la oportunidad para nuestros hijos”, añadió Orfa Marín.
PASAN POR MEXICALI
Por la tarde, un grupo conformado por alrededor de 120 migrantes centroamericanos arribó a Mexicali en su camino a Tijuana.
Los migrantes entre los que destacan niños y mujeres, entre ellas dos embarazadas, fueron recibidos por organizaciones civiles en la zona centro de la ciudad quienes les brindaron alimento y debida así como un sitio para descansar en las instalaciones del hotel del migrante.
La Cruz Roja y la Secretaría de Salud estuvieron también presentes brindado atención médica a la población que arribó.
Los migrantes continuaron con su viaje a Tijuana, por donde esperan acercarse a autoridades migratorias de Estados Unidos a fin de obtener asilo humanitario, ya que huyen de las condiciones de su país donde no hay empleos ni alimento.
A los centroamericanos todavía les falta llegar a la frontera con Tijuana, donde consideran podrán realizar los trámites legales para ingresar legalmente a EU, ese será el último paso de su largo viaje.
