Cerca de las dos de la tarde de este martes, Protección Civil reportó un total de 26 personas heridas de San Juan de la Vega que con motivo a la celebración de su patrono, San Juanito, detonaron con marros los petardos artesanales provocando potentes estallidos que se escuchaba a un radio de más de cinco kilómetros.
Los mismos vecinos de la comunidad, reconocieron que fueron alrededor de dos toneladas de químicos los que se adquirieron a lo largo del año y que se utilizaron para hacer pequeñas bolsas que eran colocadas sobre una piedra o las vías del tren para provocar la explosión y una gruesa columna de humo.
Los más de 13 mil habitantes de San Juan de la Vega, una de las comunidades más pobladas del municipio, despertó por los petardos que detonaron jóvenes, niños y adultos, como parte de la violenta forma de celebrar a su patrono, San Juanito, diminutivo derivado por el tamaño de la imagen.
Desde la entrada a la comunidad, se instaló un retén con unidades y elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana; y en la zona de detonaciones que se realizó esta vez sobre las vías, estuvieron presentan uniformados de la Guardia Nacional, el Ejército y policías municipales.
El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Jesús Ignacio Rivera Peralta, a eso de las 10 de la mañana, informó que un día antes se había tenido el reporte de tres personas lesionadas, aunque por otros motivos, pero como parte de la fiesta de San Juan de la Vega.
Más tarde, Protección Civil reportó casi a las 2 de la tarde que eran 26 heridos como saldo de los petardos que podían escucharse hasta en lejanas comunidades de la zona.
Más de un centenar de jóvenes, señores, adultos mayores y hasta niños fueron los que desde muy temprano llegaban con su marro y su bolsa de polvos ya preparados y en bolsas de plástico, listos para detonar sobre las vías.
Alrededor de dos mil personas fueron los espectadores en este escenario que parecía una zona de guerra o una balacera, ya que varios sujetos colocaban a la largo de las vías una serie de unos 12 montones de pólvora para después detonarlos en serie, mientras que otros jóvenes de arraigada tradición también respondían a las detonaciones.
Cabe señalar que la tradición de la detonación de petardos, es la reproducción a lo que fue una balacera cuando al hacendado Juan Vega le habían robado parte de su tesoro, pero después fue recuperado, tras un enfrentamiento entre vecinos y ladrones.