ABASOLO, Gto.- Los cuerpos no dejan de salir de la fosa clandestina encontrada por el colectivo “Una promesa por cumplir” en la colonia Los Álamos, en Abasolo, Guanajuato.

Desde el miércoles por la tarde, buscadoras de “Una promesa por cumplir” detectaron un predio ubicado en la colonia Los Álamos, entre las comunidades San Isidro y El Saucillo; ese día sacaron el cuerpo de una persona.

Para el jueves, otros dos cuerpos fueron sacados y durante el viernes se tuvo conocimiento de que al menos otro cuerpo más fue sacado de ese lugar por la mañana, pero para la tarde la cifra ya había subido; hasta las seis de la tarde, una versión de los colectivos de búsqueda indicaba que tenían conocimiento de que por lo menos 12 cuerpos fueron sacados de ese lugar y que podría haber más.

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Desde temprano, en pleno 10 de mayo, integrantes de los colectivos “Hasta encontrarte” y “Una promesa por cumplir” llegaron al predio para por tercer día buscar más cuerpos en el lugar; sin embargo, agentes de la Fiscalía General del Estado ya estaban en el lugar y les impidieron el acceso.

Por más de cuatro horas, las buscadoras no pudieron ingresar al lugar y fue hasta que llegó el Comisionado Estatal de Búsqueda, Héctor Díaz Ezquerra, como pudieron acceder al predio.

“Hay más cuerpos y no queremos que lo oculten. Mientras estuvimos afuera, escuchábamos a las máquinas trabajar, nosotros tenemos datos de que hay más cuerpos y lo que queremos es que nos den la información, pues puede ser uno de nuestros familiares”, dijo María Cervantes, una madre buscadora que no festejó el 10 de mayo por hacer la búsqueda en campo en ese lugar.

Ya tenían tiempo enterrados

Fue a través de una llamada anónima como fueron contactadas las buscadoras del colectivo “Una promesa por cumplir”. “Hay varios cuerpos, son muchos, ahí están”, decía la voz que les llamó.

De acuerdo con las primeras informaciones, los cuerpos ya presentaban un avanzado estado de descomposición, pues al menos el primer que sacaron, aunque estaba completo, ya eran sólo huesos los que había. “Más o menos como dos años estuvo enterrado”, dijo una de las integrantes del colectivo de búsqueda.

Los vecinos de la zona aseguraron que hace tiempo veían camionetas sospechosas que llegaban de noche y se iban por la madrugada, pero no sabían qué hacían en el lugar; ahora todo parece tener sentido, pues ese lugar fue usado como cementerio clandestino por parte de grupos de la delincuencia organizada para enterrar a sus víctimas.

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Los trabajos en la zona no terminarán, pues incluso se estarían extendiendo durante el fin de semana y muy probablemente la entrante, pues conforme más rascaban la tierra, más cuerpos salían, por lo que se presume que hay varias personas ahí enterradas.