CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Luego de dos meses de vivir un calvario el pasado sábado la señora Aracely recibió el cuerpo de su hijo José de Jesús Aparicio Esquivel, quien fue enviado a la fosa común.
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Fue el pasado sábado por la noche que Jesús Aparicio fue entregado a su familia en las instalaciones del Servicio Médico Forense, luego de dos meses que su madre Aracely Esquivel vivió un calvario al intentar tener el cuerpo de su hijo, pues las autoridades sólo le daban largas para entregarlo, además que desde que fue localizado fue llevado a la fosa común, ubicada en Guanajuato Capital.
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Ya por la madrugada del sábado la funeraria le entrego su cuerpo y fue velado toda la mañana y tarde del sábado y el pasado domingo fue trasladado a el estado de Michoacán donde sus restos descansan en un panteón de aquel estado.
Por su parte Aracely, señaló a El Sol del Bajío que gracias a la publicación de la nota autoridades de la Fiscalía General del Estado se acercaron a ella y en vez de esperar dos semanas de largos trámites, todo fue más rápido además que personal de Gobierno del Estado se acercó a ella y ofreció los gastos funerarios.
Afortunadamente el cuerpo de José de Jesús Aparicio Esquivel, no están tan desfigurado y aún lo pudo reconocer con solo verlo, lo que ayudó a que la familia y amigos le dieran adecuada sepultura, además del último adiós.
Es de recordar que el pasado 8 de noviembre del 2020, José desapareció y su familia ya no supo nada de él posteriormente se acudió al Ministerio Público para interponer la denuncia correspondiente, pero fue dos meses después que mediante pruebas de ADN y fotografías se enteró que el cadáver fue localizado el mismo día que desapareció, pero como no fue identificado en el momento, lo enviaron a la fosa común.
Desde ese día acudió de manera constante a las oficinas de la Fiscalía General del Estado para que le dieran solución, la cual no llegó en varios días.
Finalmente y luego de alzar la voz Aracely Esquivel, tuvo el cuerpo de su hijo y hoy ya puede descansar al saber que le dio una sepultura adecuada.