/ martes 13 de diciembre de 2022

Partidarios de Bolsonaro causan graves disturbios en centro de Brasilia

Coches y autobuses incendiados tras estallido de violencia tras ratificación de la victoria electoral de Lula

Manifestantes de extrema derecha, seguidores del presidente Jair Bolsonaro, causaron graves disturbios en la noche del lunes en el centro de Brasilia, para protestar por el arresto de un instigador de actos a favor de un golpe de Estado.

Los bolsonaristas trataron de acceder por la fuerza a un edificio administrativo de la Policía Federal, en el centro de Brasilia, pero fueron rechazados por las fuerzas de seguridad.

Te puede interesar: Bolsonaro pide a camioneros terminar con protestas: liberen las carreteras

Los disturbios se extendieron por un sector de hoteles vecino a la sede policial, en la zona donde se ubica el hotel donde se hospeda el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumirá el poder el 1 de enero.

La Policía montó un dispositivo de seguridad especial en torno al hotel e incluso desplazó un helicóptero al edificio, pero el presidente electo finalmente no fue evacuado.

Tras controlar la situación en las calles, el futuro ministro de Justicia en el gabinete de Lula, Flávio Dino, garantizó que Lula está "seguro" y "en ningún momento" estuvo expuesto "a algún riesgo".

Autobuses y vehículos incendiados

Los manifestantes prendieron fuego a varios vehículos, incluidos automóviles que estaban aparcados en las inmediaciones del edificio de la Policía Federal, y varios autobuses urbanos.

Unos manifestantes empujaron un autobús hasta dejarlo colgado en el borde de un viaducto que superpone dos de las principales avenidas de la capital.

Otros radicales causaron daños en una gasolinera cercana, donde prendieron fuego a un automóvil.

Las autoridades locales hasta el momento no han realizado un balance de daños, ni han informado si ha habido detenciones por los disturbios, que fueron controlados unas tres horas después de que estallara la violencia, por la caballería y agentes de la Policía que usaron balas de goma y gases lacrimógenos.

Protesta por una detención

La protesta fue una respuesta a la detención de un cacique indígena de ideología bolsonarista, que está acusado de instigar protestas de cariz golpista.

El cacique José Acácio Serere Xavante fue detenido por orden de un magistrado del Tribunal Supremo, por sospechas de que organizó "manifestaciones antidemocráticas en diversos lugares de Brasilia", incluyendo la invasión al aeropuerto de la capital la semana pasada por parte de un grupo de indígenas.

Estando detenido por la Policía Federal, Xavante pidió a los manifestantes que cesen hechos violentos como el "incendio de automóviles y el ataque contra la Policía Federal" en un video enviado a los medios de comunicación.

Silencio del gobierno

El futuro ministro de Justicia, Flávio Dino, prometió en una rueda de prensa que todos los implicados en actos de vandalismo "serán responsabilizados".

En cambio, ninguna autoridad del Gobierno liderado por Bolsonaro condenó los ataques hasta entrada la madrugada.

El único pronunciamiento por parte del Gobierno partió del ministro de Justicia, Anderson Torres, que dijo en redes sociales que "todo será investigado y aclarado" y garantizó que la Policía Federal colaboró con las autoridades locales para "contener la violencia y restablecer el orden".

Horas antes de los incidentes, Bolsonaro se acercó a alentar a un grupo de centenares de manifestantes que se concentraban a las afueras del palacio de Alvorada, su residencia oficial.

En esa ocasión, Bolsonaro no habló, pero estuvo al lado de un sacerdote que gritó consignas contra Lula a los extremistas, que desde hace un mes se concentran frente a los cuarteles para pedir a los militares que den un golpe de Estado.

El pasado viernes Bolsonaro habló por primera vez a sus seguidores, después de haber guardado silencio por cerca de 40 días, y les instó a dejar de pedir la intervención de los militares y que piensen "qué pueden hacer cada uno de ellos por la patria".

Los disturbios sucedieron en el día que Lula recibió el diploma que le acredita como presidente electo, un trámite previo a la investidura, que está prevista para el próximo 1 de enero.

Desde la segunda vuelta de las elecciones, celebradas el 30 de octubre, Bolsonaro no ha reconocido su derrota públicamente ni ha felicitado a Lula, quien venció por un estrecho margen de menos de dos puntos porcentuales.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Sin embargo, Bolsonaro sí ha permitido que se ponga en marcha la transición de Gobierno.

Manifestantes de extrema derecha, seguidores del presidente Jair Bolsonaro, causaron graves disturbios en la noche del lunes en el centro de Brasilia, para protestar por el arresto de un instigador de actos a favor de un golpe de Estado.

Los bolsonaristas trataron de acceder por la fuerza a un edificio administrativo de la Policía Federal, en el centro de Brasilia, pero fueron rechazados por las fuerzas de seguridad.

Te puede interesar: Bolsonaro pide a camioneros terminar con protestas: liberen las carreteras

Los disturbios se extendieron por un sector de hoteles vecino a la sede policial, en la zona donde se ubica el hotel donde se hospeda el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumirá el poder el 1 de enero.

La Policía montó un dispositivo de seguridad especial en torno al hotel e incluso desplazó un helicóptero al edificio, pero el presidente electo finalmente no fue evacuado.

Tras controlar la situación en las calles, el futuro ministro de Justicia en el gabinete de Lula, Flávio Dino, garantizó que Lula está "seguro" y "en ningún momento" estuvo expuesto "a algún riesgo".

Autobuses y vehículos incendiados

Los manifestantes prendieron fuego a varios vehículos, incluidos automóviles que estaban aparcados en las inmediaciones del edificio de la Policía Federal, y varios autobuses urbanos.

Unos manifestantes empujaron un autobús hasta dejarlo colgado en el borde de un viaducto que superpone dos de las principales avenidas de la capital.

Otros radicales causaron daños en una gasolinera cercana, donde prendieron fuego a un automóvil.

Las autoridades locales hasta el momento no han realizado un balance de daños, ni han informado si ha habido detenciones por los disturbios, que fueron controlados unas tres horas después de que estallara la violencia, por la caballería y agentes de la Policía que usaron balas de goma y gases lacrimógenos.

Protesta por una detención

La protesta fue una respuesta a la detención de un cacique indígena de ideología bolsonarista, que está acusado de instigar protestas de cariz golpista.

El cacique José Acácio Serere Xavante fue detenido por orden de un magistrado del Tribunal Supremo, por sospechas de que organizó "manifestaciones antidemocráticas en diversos lugares de Brasilia", incluyendo la invasión al aeropuerto de la capital la semana pasada por parte de un grupo de indígenas.

Estando detenido por la Policía Federal, Xavante pidió a los manifestantes que cesen hechos violentos como el "incendio de automóviles y el ataque contra la Policía Federal" en un video enviado a los medios de comunicación.

Silencio del gobierno

El futuro ministro de Justicia, Flávio Dino, prometió en una rueda de prensa que todos los implicados en actos de vandalismo "serán responsabilizados".

En cambio, ninguna autoridad del Gobierno liderado por Bolsonaro condenó los ataques hasta entrada la madrugada.

El único pronunciamiento por parte del Gobierno partió del ministro de Justicia, Anderson Torres, que dijo en redes sociales que "todo será investigado y aclarado" y garantizó que la Policía Federal colaboró con las autoridades locales para "contener la violencia y restablecer el orden".

Horas antes de los incidentes, Bolsonaro se acercó a alentar a un grupo de centenares de manifestantes que se concentraban a las afueras del palacio de Alvorada, su residencia oficial.

En esa ocasión, Bolsonaro no habló, pero estuvo al lado de un sacerdote que gritó consignas contra Lula a los extremistas, que desde hace un mes se concentran frente a los cuarteles para pedir a los militares que den un golpe de Estado.

El pasado viernes Bolsonaro habló por primera vez a sus seguidores, después de haber guardado silencio por cerca de 40 días, y les instó a dejar de pedir la intervención de los militares y que piensen "qué pueden hacer cada uno de ellos por la patria".

Los disturbios sucedieron en el día que Lula recibió el diploma que le acredita como presidente electo, un trámite previo a la investidura, que está prevista para el próximo 1 de enero.

Desde la segunda vuelta de las elecciones, celebradas el 30 de octubre, Bolsonaro no ha reconocido su derrota públicamente ni ha felicitado a Lula, quien venció por un estrecho margen de menos de dos puntos porcentuales.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Sin embargo, Bolsonaro sí ha permitido que se ponga en marcha la transición de Gobierno.

Local

Es San Miguel Allende, 'santuario de la seguridad': Alcalde Mauricio Trejo

Todos los negocios contarán con cámaras de videovigilancia para que nadie pase desapercibido

Local

Conmemoran Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la Mujer en Acámbaro

En el municipio conmemorando el día internacional, los próximos 16 días se llevarán a cabo diferentes actividades contra la violencia

Local

Food TrucK Fest será este fin de semana en Celaya

Asiste Argentina y Cuba como países invitados y Querétaro como estado invitado

Local

Celaya gasta más de 9 mdp en apoyo a fuerzas federales

El recurso erogado es parte del presupuesto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSCC) para las diferentes necesidades de la dependencia

Local

Más de 400 personas reciben atención del SAT en Acámbaro; regresan en febrero

Durante estos días la gente estará acudiendo a la Cámara de Comercio para sacar su cita trayendo los documentos básicos como su identificación oficial, su CURP y comprobante de domicilio

Local

Transforman vidas de mujeres violentadas en Celaya con talleres y apoyo integral

Más de 24,000 mujeres han recibido atención por parte del InsMujeres de Celaya, buscando superar la violencia económica, física y psicológica