/ martes 30 de agosto de 2022

Muere el último integrante de un pueblo indígena Tanaru en la Amazonia brasileña

Las autoridades no indicaron la edad del hombre ni la causa de su muerte, pero dijeron que no hubo señales de violencia o lucha

Un hombre que vivía aislado desde hace casi tres décadas de manera voluntaria en la Amazonia brasileña, y que se presume era el último sobreviviente de una comunidad indígena arrasada, fue hallado muerto, informaron las autoridades del país. 

Conocido como indio Tanaru, fue encontrado dentro de su hamaca en una choza en Tierra Indígena Tanaru el 23 de agosto, informó el fin de semana la Fundación Nacional del Indio (Funai), una agencia del gobierno brasileño.

Puedes leer también: “Ivette, recortar no es diseñar”: artesanas oaxaqueñas denuncian plagio de la marca creada por esposa del gobernador

También se le conocía como indio do buraco (indio del agujero) por su costumbre de abrir huecos profundos en las chozas que habitaba.

Según explicó la ONG Survival, la Tierra Indígena Tanaru, en el estado de Rondonia (fronterizo con Bolivia), es como una isla de selva en medio de un mar de vastas haciendas de ganado, en una de las regiones más peligrosas de Brasil, principalmente por las actividades ilegales de minería y deforestación.

Un pueblo eliminado por la explotación de recursos  

Las autoridades no indicaron la edad del hombre ni la causa de su muerte, pero dijeron que "no hubo señales de violencia o lucha". Tampoco hallaron evidencias de la presencia de otras personas en el lugar ni marcas en la vegetación.

"Todo indica que la muerte se dio por causas naturales", dijo la Funai en un comunicado.

 

 

Las autoridades presumen que el hombre estuvo 26 años recorriendo solo la floresta, después de que su pueblo -que probablemente ya era pequeño- sucumbiese a las incursiones de hacendados y explotadores de madera a mediados de los años noventa.

"Con su muerte, el genocidio de ese pueblo indígena está completo", dijo Fiona Watson, directora de investigación de Survival, quien visitó el territorio Tanaru en 2004.

"Fue realmente un genocidio, la eliminación deliberada de un pueblo entero por ganaderos hambrientos de tierra y riqueza", afirmó.

Según la Funai, hay 114 registros de presencia de grupos indígenas aislados en Brasil, número que varía según los reportes.

Según el censo de 2010, más de 800 mil personas declaraban ser indígenas en Brasil, país que actualmente tiene más de 212 millones de habitantes.

Más de la mitad viven en la Amazonia y muchos de ellos están amenazados por la explotación ilegal y a gran escala de los recursos naturales de los que dependen para sobrevivir.

Un hombre que vivía aislado desde hace casi tres décadas de manera voluntaria en la Amazonia brasileña, y que se presume era el último sobreviviente de una comunidad indígena arrasada, fue hallado muerto, informaron las autoridades del país. 

Conocido como indio Tanaru, fue encontrado dentro de su hamaca en una choza en Tierra Indígena Tanaru el 23 de agosto, informó el fin de semana la Fundación Nacional del Indio (Funai), una agencia del gobierno brasileño.

Puedes leer también: “Ivette, recortar no es diseñar”: artesanas oaxaqueñas denuncian plagio de la marca creada por esposa del gobernador

También se le conocía como indio do buraco (indio del agujero) por su costumbre de abrir huecos profundos en las chozas que habitaba.

Según explicó la ONG Survival, la Tierra Indígena Tanaru, en el estado de Rondonia (fronterizo con Bolivia), es como una isla de selva en medio de un mar de vastas haciendas de ganado, en una de las regiones más peligrosas de Brasil, principalmente por las actividades ilegales de minería y deforestación.

Un pueblo eliminado por la explotación de recursos  

Las autoridades no indicaron la edad del hombre ni la causa de su muerte, pero dijeron que "no hubo señales de violencia o lucha". Tampoco hallaron evidencias de la presencia de otras personas en el lugar ni marcas en la vegetación.

"Todo indica que la muerte se dio por causas naturales", dijo la Funai en un comunicado.

 

 

Las autoridades presumen que el hombre estuvo 26 años recorriendo solo la floresta, después de que su pueblo -que probablemente ya era pequeño- sucumbiese a las incursiones de hacendados y explotadores de madera a mediados de los años noventa.

"Con su muerte, el genocidio de ese pueblo indígena está completo", dijo Fiona Watson, directora de investigación de Survival, quien visitó el territorio Tanaru en 2004.

"Fue realmente un genocidio, la eliminación deliberada de un pueblo entero por ganaderos hambrientos de tierra y riqueza", afirmó.

Según la Funai, hay 114 registros de presencia de grupos indígenas aislados en Brasil, número que varía según los reportes.

Según el censo de 2010, más de 800 mil personas declaraban ser indígenas en Brasil, país que actualmente tiene más de 212 millones de habitantes.

Más de la mitad viven en la Amazonia y muchos de ellos están amenazados por la explotación ilegal y a gran escala de los recursos naturales de los que dependen para sobrevivir.

Local

Inicia la decoración navideña en el centro de Celaya y comunidades rurales

La directora de Servicios Municipales, María de San Juan Espinoza, anuncia los detalles de la inversión y las áreas beneficiadas

Local

Solicitan renovar flota para mejorar recolección de basura en Celaya

Servicios Municipales enfrenta desafíos por falta de camiones; piden tolerancia a los ciudadanos

Local

Llevan oferta educativa a universidades de San Miguel de Allende

Con la participación de más de 1,000 jóvenes, esta edición busca conectar a estudiantes con las universidades más destacadas de la región

Local

Aprueba Marta Sahagún auditorías y desaparición de FIDESSEG

Se reunieron las organizaciones no gubernamentales en el auditorio de Guanajuato, realizaron mesas de trabajo haciendo aportaciones

Local

Celebran aniversario de la construcción de la presa del Juguete en Acámbaro [Galería]

Esta obra la iniciaron los frailes Ángel Juárez y José Pérez en el año de 1925

Local

Analizan crecimiento para urgencias del Hospital General de Celaya

La infraestructura actual no satisface las necesidades de más de un millón de habitantes