La Secretaría de Educación Pública (SEP) y sus similares en los estados requieren que sus titulares sean más técnicos que políticos, porque no hacerlo es “desmantelar” las instituciones, aseguró Paulina Amozurritia, coordinadora nacional de la organización Educación con Rumbo.

“Creemos que la educación en el país está reprobada porque nos ha importado más la política que los niños”, enfatizó. El Sol de México publicó el lunes que 23 de los 32 secretarios de Educación Pública del país tienen perfiles políticos y experiencia en movilización ciudadana, organización de mítines y en operación electoral.

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Amozurritia dijo que hasta ahora los tres secretarios federales que ha tenido la actual administración “no han hecho un trabajo técnico, no tiene la especialización y en las reuniones sólo se habla de la austeridad republicana, de la Cuatroté”

“No vemos, en este caso, que la secretaria (Leticia Ramírez) llegue y presente el plan de lo que hará en estos años. Se está haciendo política con la SEP, no hay una estrategia puntual”, acusó.

Luego de presentar un análisis que señala el retroceso en indicadores básicos de educación en los cuatro años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Patricia Ganem, coordinadora de investigación de la agrupación dijo que para recuperar los niveles de avance necesitaremos por lo menos diez años para llegar a los promedios internacionales.

“Es alarmante porque nos deja en indefensión y en atraso en relación con el concierto internacional”, advirtió.

Indicó que en cuatros años de gobierno hemos tenido a tres secretarios en la materia y “el cambio en la cabeza son cambios en la estructura. Esa ruptura hace que las curvas de aprendizaje y la toma de decisiones se vuelvan lentas. Hay oscuros y puntos ciegos que impiden que la toma de decisiones sea adecuada”.

Ganem aseguró que el actual gobierno “sigue en campaña” y propuso abrir el debate sobre cómo se debe designar al titular de la SEP y sus similares en las entidades. Que sea una persona comprometida, “no que quieran estar en campaña, que no quiera estar mirando a otro lado sino al aprendizaje de los niños, al mejoramiento del magisterio y de los espacios educativos”.

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Paulina Amozurrutia, quien interpuso los amparos para impedir el arranque de la prueba piloto de la reforma educativa del Presidente, aseguró que mientras no entendamos que se necesitan personas técnicas que lideren los encargos, a fin de llevar la educación a un proceso de calidad, “seguiremos desmantelando las instituciones, porque las instituciones y un país se desmantelan sin gente técnica y sin presupuesto. Es justo lo que está haciendo el gobierno con la SEP”.

Al hacer un balance sobre lo ocurrido en este año en materia educativa, Patricia Ganem dijo que Educación con Rumbo se constituyó en un observatorio de los indicadores ante la falta de un proceso de evaluación.

Afirmó que “2022 concluye con graves problemas de educación que no ha logrado atender tres secretarios en la actual administración”.

Como titulares de la SEP desde 2018 a la fecha han sido Esteban Moctezuma, Delfina Gómez y ahora Leticia Ramírez, lo que ha implicado el cambio de subsecretarios en la dependencia.

“El sistema educativo pierde estabilidad con cambios en el liderazgo, con falta de seguimiento y evaluación y eliminación de programas”, afirmó.

El impacto en el sector es que “no se ve punto positivo, más bien hay muestras de que vamos en una crisis”, así lo revelan estudios como el del IMCO en el que se observa que “hemos perdido dos grados de aprendizaje”.

Al hacer una revisión a indicadores como cobertura, egreso, abandono escolar y conectividad dijo que en algunos sólo hay avances de décimas y en otros retrocesos que son preocupantes.

En el caso de la cobertura reveló que en los últimos dos años la cobertura en preescolar se redujo de 72.3 por ciento a 63.7 por ciento como efecto de la pandemia de Covid-19.

En primaria pasa de 104.7 por ciento a 101.7 por ciento dado que ahí se recupera a aquellos que en otros años han abandonado estudios, por lo que se observa una caída en esa atracción hacia la escuela.

En secundaria de 96.1 a 94.7 por ciento, en tanto que en bachillerato de 78.9 por ciento a 72.9, mientras en la educación superior es la única que tiene crecimiento de 31 a 34.5 por ciento.

Recordó que los datos de abandono escolar al año 2021 fueron claros y hasta ahora la SEP no ha dado muestras para presentar una alternativa que haga regresar a los alumnos. En ese año se hablaba de más de un millón 400 mil ,976 mil alumnos y 869.8 mil niñas y mujeres para los que “debemos generar políticas”.

A ello se debe sumar a aquellos niños y jóvenes que reprueban la escuela.

Explicó en el caso de la conectividad a internet que si bien hay un ligero repunte, “no vamos a alcanzar la conectividad en las escuelas en 15 años. Estamos como en 2015, no hay avances. No tenemos cobertura y los datos siguen costando caros”.

Refirió que la Universidad Iberoamericana realizó un análisis a la prueba de Planea (260 mil 052 pruebas) y en el caso de primaria hay una pérdida en el aprendizaje de 42 puntos en lenguaje y comunicación respecto de lo registrado en 2018.

En el caso de secundaria hay un avance de un punto, mientras que en el bachillerato se pierden 72 puntos.

Para el examen de matemáticas en primaria se pierden 34 puntos, en secundaria 12 y en bachillerato 51 puntos por debajo de lo obtenido en 2018.

Amozurrutia dijo que frente a este panorama se requiere una estrategia, una política para que “todos regresen a la escuela, todos aprendemos y todos convivimos, ver el tema socioemocional, es un problema grave que nos traerá consecuencias a posteriori si no lo tomamos en cuenta”.

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