Los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) acumulan siete millones de trámites migratorios pendientes debido a la pandemia y las restricciones por Covid-19.
De acuerdo con su informe de actividades 2021, la agencia estadounidense canceló aproximadamente 280 mil entrevistas al comienzo de la pandemia, con consecuencias claras en la resolución de casos, principalmente de migrantes que fueron regresados a México a esperar una audiencia para exponer su caso.
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La situación de retraso en el procesamiento de aplicaciones para residencias permanentes, asilos o casos de naturalización empeoró debido a que la agencia carecía del personal para reprogramar todas estas entrevistas de manera oportuna.
En un informe firmado por Phyllis A. Coven, ombudsperson del USCIS, se destaca que el retraso en el procesamiento de casos se agudizó incluso después de la reapertura de actividades, en junio de 2020, ya que los centros de apoyo al manejo de aplicaciones operaban entre 65 y 70 por ciento de su capacidad, en el mejor de los casos.
El informe señala que, incluso antes de la pandemia, USCIS enfrentaba una disminución de ingresos por servicios, que eran insuficientes para cubrir los costos operativos.
“USCIS ya estaba experimentando inseguridad fiscal antes de la pandemia; sus problemas fiscales se vieron exacerbados porque USCIS es una agencia de pago que basa sus ingresos en sus tarifas y sus ganancias del año anterior”, destaca el informe sobre la agencia.
Los ingresos por cobros y tarifas cayeron aún más cuando la pandemia de Covid-19 provocó un cierre casi total de las oficinas de la agencia en marzo de 2020.
Al momento que la mayoría de las funciones de USCIS se centran en interacciones en persona, el cierre fue devastador para los solicitantes y peticionarios cuyas entrevistas en persona, citas biométricas y ceremonias de juramento se cancelaron.
“En octubre del 2020 todas las oficinas de campo estaban abiertas, pero ofrecían servicios a 50 por ciento de su capacidad. Como resultado, los retrasos y los tiempos de procesamiento aumentaron enormemente a lo largo del año. La llegada de una gran cantidad de solicitudes y peticiones empeoró aún más la situación de la agencia por dos razones principales”, dice el informe.
El crecimiento en el número de trámites migratorios viene desde la administración de Donald Trump, debido a que el republicano intensificó la expulsión de centroamericanos sin documentos, además de que puso en marcha el programa Quédate en México, que consistía en que todos los extranjeros que solicitaran asilo en Estados Unidos debían esperar en nuestro país mientras avanzaba su trámite. Aunque el programa ya no opera, el rezago continúa.