CELAYA, Gto.- Vecinos del Barrio de San Antonio viven con temor debido a cinco perros que, a pesar de que tienen dueño, son muy agresivos. Tan solo la semana pasada, dijeron, un perro de raza grande color café atacó a una persona y le desgarró la pierna, por tal motivo, solicitan a la perrera municipal que acuda a las calles Mariano Jiménez, Leandro Valle, Liborio Crespo y Ramos Millán que es donde se juntan para que analicen la situación, mientras que a los dueños les piden que no los saquen o que los controlen con sus correas.
➡️ Suscríbete a nuestra edición digital
Comentaron que todos los días algunas personas se reúnen en las calles antes mencionadas y llevan consigo a sus mascotas y aunque no se ven agresivas, cuando una persona desconocida pasa por la zona se les van encima para atacarlos.
La semana pasada, recordaron, una persona fue mordida por una perra chata de raza grande, la cual es totalmente café, perforándole con dos colmillos el pie izquierdo, en la pierna derecha le atravesó el zapato y le dejó rasguños. En otra ocasión, uno de los cinco perros quiso morder a un señor, pero éste le pidió a los dueños que detuvieran a su mascota o la iba a patear, pero la respuesta que le dieron fue que lo demandarían si tocaba al perro.
Mencionaron que su mayor preocupación son los niños, las embarazadas y las personas de la tercera edad, ya que si los atacan les pueden dejar heridas de gravedad. Recordaron que hace un tiempo, esos mismos perros ya habían sido recogidos por la perrera, sin embargo, los dueños los recuperaron y en lugar de mantenerlos controlados con sus correas o de no volverlos a sacar a la calle, siguen saliendo con ellos y exponiendo a los transeúntes, a quienes pasan en motocicleta, bicicleta y vehículo particular.
Refirieron que han hablado a la perrera, pero no han recibido respuesta, por tal motivo, solicitan por este medio que les hagan caso y que vayan a verificar lo dicho. A los dueños de los perros, les piden ya no los saquen a la calle y si lo hacen que les pongan correa y los controlen, a fin de evitar una desgracia.