CELAYA, Gto. - En algunos templos y parroquias pertenecientes a la Diócesis de Celaya, este año el Viacrucis fue ofrecido por las víctimas de la violencia y para pedir a Dios que la paz regrese a la ciudad, al estado, al país y, en general, a todo el mundo. A detalle, en cada una de las estaciones se pidió por algo en concreto.
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Es decir, por aquellos que han permitido que crezca la violencia y las injusticias, por quienes han sufrido todo tipo de violencia, por los niños abandonados y los que crecen sin amor, por las madres que sufren por sus hijos, por las personas que buscan hacer el bien, por quienes sufren violencia intrafamiliar, por los migrantes.
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Por las mujeres prostituidas y explotadas, por las personas de la tercera edad que han sido abandonadas, por los que no tienen trabajo y por aquellos que son explotados en los mismos. También se pidió por los enfermos, por quienes no tienen que comer y mueren a causa de esto, por los desaparecidos y por aquellos que no encuentran sentido a sus vidas para que Dios los ilumine.
Por otra parte, la Iglesia Católica a nivel nacional compartió la “Oración por la Paz de México” que dice: “Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión”.
“Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que, como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que, en ti, nuestro pueblo tenga vida digna”.
En este mismo sentido y para culminar con la representación de la Pasión y Muerte de Jesús, el Cuadro Artístico del Barrio de San Miguel, escenificó el Viacrucis en las calles aledañas a la parroquia de San Miguel Arcángel rodeados de las miles de personas que se congregaron en el lugar.
El recorrido comenzó en la calle Diego Rivera, para continuar por Mutualismo, Antonio Rábago, 10 de Mayo, Río Lerma, Emeteria Valencia, boulevard y Mina, para de ahí regresar nuevamente al atrio de la parroquia, donde se culminó la escenificación con la crucifixión y muerte de Jesús.