ACÁMBARO, Gto.- Desde hace más de una década, el acambarense Antonio Ramírez vende ricas nieves en el centro histórico en un carrito estilo combi de 74 años que heredó de su mamá Rebeca Malagón y su padrastro Melitón González.
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El primero de la familia que inició el negocio de las nieves fue don Melitón González quien lo hizo por muchos años en un carrito estilo combi color rojo, al fallecer doña Rebeca Malagón se quedó al frente del negocio por más de 30 años quien también utilizó el mismo carrito y el mismo lugar en la calle Pino Suárez esquina con el Andador Juárez.
Hace unos años cuando doña Rebeca falleció, su hijo Antonio Ramírez quedó al frente del negocio familiar y del reconocido carrito estilo combi, el cual muchos acambarenses y visitantes identifican.
Antonio Ramírez comentó que se siente muy feliz de vender nieve de todos sabores a las personas, un oficio digno que le ha permitido sacar adelante los gastos de su casa y poder pintar muchas sonrisas a los niños.
Dijo que “Antes de que mi mamá falleciera ya vendía nieves en otro punto de la ciudad, pero cuando mi madre falleció se me quedó a mi el carrito, la receta de la nieve y el lugar donde ella estaba”.
Agregó que “una de mis grandes satisfacciones de poder estar aquí vendiendo es hacerlo en este carrito tipo combi que aún sigue funcional, el cual adquirieron mis padres en el año de 1950, yo tenía un año de edad cuando ya traían este carrito trabajando; mucha gente de Acámbaro lo conoce y a mi familia también”.
Indicó que a la gente le gusta mucho su nieve porque aún se siguen conservando los sabores tradicionales y estilo “vendemos nieve de acuerdo a las temporadas, pasa una temporada y cambia de sabores, ahorita tenemos cuatro sabores: chocolate, vainilla, fresa y limón”.
Resaltó que los precios son muy accesibles puesto que vende desde bolitas de 10 pesos hasta un litro de nieve, “buscamos ofrecer precios accesibles para que la gente pueda degustar de esta rica nieve que se elabora en un lapso de 3 horas aproximadamente, entre mi esposa y yo hacemos los cuatro sabores, ella hace dos sabores y yo otros dos sabores”.