CELAYA, Gto.- Malos olores, lodo excesivo, ruido insoportable y poco avance de la obra, son las principales quejas que los vecinos y comerciantes de la calle Mariano Jiménez del tramo Leandro Valle hasta Abasolo tienen y, es que, mencionan que los trabajos del cambio de drenaje y redes de agua van muy atrasados y, al dudar que cumplan en finalizar el próximo 31 de julio, es que consideran que las molestias seguirán incrementando, por tal motivo, piden a las autoridades correspondientes que le den prisa.
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El señor Antonio, quien es comerciante de abarrotes, comentó que la obra tiene más de cuatro meses que inició, sin embargo, en ese tiempo van cerca de cuatro o cinco trabajadores y solo se quedan unas pocas horas, ya que “nos han dicho que ellos son los que tienen que ir a otras calles que también están abiertas, para seguir rehabilitando el drenaje”.
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“Lo que da coraje es cuando empiezan a trabajar y como a la hora se ponen a descansar, después vuelven a trabajar otro rato y luego se ponen a comer, trabajan un poquito más y luego se van, así nunca van a terminar pronto, no creo que terminen los trabajos el 31 de julio como lo prometieron”.
“Nosotros lo que queremos es que le apuren con los trabajos, porque ya hemos padecido suficiente, primero, con la apertura de la calle las ventas se vinieron abajo cerca del 90%, en consecuencia, varios negocios tuvieron que cerrar o se cambiaron de local porque no les alcanzaba para pagar la renta, después nos vimos afectados con los vientos que levantaban toda la tierra y la metían a nuestros negocios dejando la mercancía toda sucia, luego los malos olores y ahora nos vemos afectados por el lodazal que se hace con las lluvias”.
De igual forma, la señora Guadalupe, quien vende pan y postres, refirió que “desde hace más de cuatro meses mis ventas han disminuido bastante, no puedo asegurar cuánto es el ciento, pero me ha afectado mucho, porque al tener que pagar la renta y la luz no he podido surtirme bien de la mercancía, por decir, en lugar de comprar 10 panes, compro cuatro o cinco. Los comerciantes estamos desesperados, porque la gente no viene, porque hay polvadera o lodazal, hay malos olores y mucho ruido que no deja ni escuchar el buenos días. Queremos que los trabajos se agilicen, porque las ventas son nuestro único sustento, estamos viviendo al día”.
Por otra parte, la señora Dolores indicó que debido a la calle abierta y, actualmente, al lodo que se hace a causa de las lluvias, es difícil tener los servicios básicos, es decir, “la semana pasada pedí que me trajeran dos garrafones de agua o un tanque de gas porque se me acabó y no me los querían traer porque es complicado pasar”.
Ante esta situación es que los vecinos y comerciantes solicitan a las autoridades correspondientes que le den prisa a los trabajos para que se les garantice que el 31 de julio quedarán concluidos, ya que necesitan retomar su actividad económica lo antes posible.
