CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Mujeres que acceden a practicarse un aborto han llegado a recurrir a esa situación no por rechazar a su hijo, sino por las circunstancias de la vida que las orillan a tomar esa decisión, pues de acuerdo con la Psicóloga Cecilia Balderas, en algunos casos se trata de personas que cargan con experiencias negativas en su historia de vida, que desencadenan en la interrupción voluntaria del embarazo.
Dentro del marco de las actividades de la Semana por la Vida, la Psicóloga especializada en Ciencias de la Familia, Cecilia Del Carmen Balderas Almanza, impartió una charla en la Casa Pastoral la tarde de ayer, donde expuso que las mujeres que interrumpen su embarazo no lo hacen por rechazar a su hijo, sino las experiencias de la vida que las llevan a eso.
Si tú eres una persona que estas dañada psicológicamente y con las leyes tan cerca a favor del aborto, se les hace muy fácil tomar esa decisión
Todo se quebranta, porque en la persona empieza a haber una fractura en la parte humana. La visión le cambiaBalderas Almanza
Indicó que es una situación que se puede tratar y no es para siempre, pues una vez que la persona reconoce su malestar puede comenzar a buscar ayuda y que existen centros de ayuda para la mujer, como el Centro de Apoyo a la Mujer Latinoamericana, donde se les ofrece el espacio que la persona, pareja o familia necesita, para tener una recuperación y sanar su herida; sin que se trate necesariamente de una persona creyente en la fe católica o de cualquier otra religión o credo.
Tras un tratamiento multidisciplinario la persona afectada recupera su parte sensible humana y su dignidad, con lo que mejoran su entorno, su salud física y mental, y en general su calidad de vida, pues ante una situación tan fuerte como lo es un aborto se ha tenido registro de personas que sufren casos de bulimia, anorexia, tricotilomanía (arrancarse y comerse el cabello) o cansancio constante.
Expuso que no existen datos estadísticos sobre las mujeres que acuden a practicarse un aborto, debido a que no se trata de un mal de la salud y por ello no se cuantifica, lo cual también significa un problema ya que es muy poca la información que se tiene al respecto.
En la Ciudad de México las mujeres pueden practicarse un aborto de forma legal; sin embargo, en la mayoría de los casos no tienen información sobre las consecuencias que ello implica, por lo que ese es uno de los principales objetivos de las múltiples actividades dentro de la Semana por la Vida.
Manifestó que como seres humanos todos deberíamos de saber por cuestiones naturales lo que está bien y lo que está mal, pues todos tenemos una conciencia, y es ahí donde la sensibilidad del humano reclama, poco a poco, la realidad que está viviendo.
En su ponencia habló sobre temas clave, que van desde la definición del aborto, las consecuencias y los cambios en la personalidad de una persona que ha decidido tener someterse a uno, además de las secuelas que esto atrae en la misma persona, en la pareja, en todos los miembros de la familia y en el entorno en general.