CELAYA, Gto.- En el corazón del Barrio de San Miguel, una tradición de más de 70 años continúa conmoviendo y uniendo a la comunidad con la escenificación de la Pasión y Muerte de Jesús. Este evento, que se desarrolla a lo largo de cuatro fechas significativas, culmina en una representación que atrae a miles de fieles y espectadores, marcando un momento de profunda reflexión y espiritualidad.
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La representación de este año está bajo la nueva dirección de Gerardo Rodríguez Gallardo, quien, con el apoyo del Cuadro Artístico San Miguel y la participación de alrededor de 100 personas, incluidos 40 jóvenes entre los 5 y 13 años, promete continuar esta tradición con el mismo fervor y dedicación que sus predecesores. La inclusión de clarines y caballos el viernes Santo busca aportar un mayor realismo a la ya impresionante escenificación.
El Domingo de Ramos dará inicio a las festividades, con un recorrido de palmas por las calles aledañas a la parroquia, partiendo a las 10:00 horas de Río Lerma, seguido de la escenificación de los milagros y la despedida de la Virgen María en la noche. Esta serie de eventos culmina en la primera representación del Sábado de Gloria (Resurrección) en la historia del barrio, añadiendo un nuevo capítulo a la rica historia de este evento.
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El compromiso de la comunidad con esta representación se ve reflejado en el esfuerzo colectivo de sus miembros, muchos de los cuales son descendientes de los primeros participantes y han crecido inmersos en esta tradición. Este sentido de pertenencia y devoción se ve reforzado por el apoyo incondicional del padre Alfredo Picón y de los diversos benefactores que han contribuido a que este evento sea posible año tras año.
Los preparativos para esta monumental tarea comienzan desde el 20 de diciembre, con audiciones y castings que culminan en ensayos intensivos a partir de mediados de enero. La dedicación es palpable, con cada participante, desde los actores hasta los equipos de apoyo, trabajando incansablemente para que cada representación sea lo más auténtica y conmovedora posible.
Este año, la escenificación de las tres caídas de Jesús promete ser uno de los momentos más emotivos y poderosos del evento. Estos momentos, cruciales en la narrativa de la Pasión, no solo demuestran la humanidad de Cristo sino que también sirven como un recordatorio del sacrificio y la resiliencia.
La comunidad espera la asistencia de alrededor de seis mil personas a lo largo de los eventos, con el grupo de scouts y primeros auxilios de Protección Civil y la Cruz Roja presentes para garantizar la seguridad de todos los asistentes. Este año, el Barrio de San Miguel no solo busca honrar su herencia y fe sino también, a través de su nueva inclusión del Sábado de Gloria, recordar la esperanza y la renovación que sigue al sacrificio.
Con una historia de siete intérpretes de Cristo a lo largo de los años, cada uno aportando su propia devoción y fe al papel, la comunidad de San Miguel continúa esta tradición no solo como un acto de fe sino como una expresión del espíritu inquebrantable de su gente. Entre ellos, Juan Manuel, quien representó a Cristo por más de 20 años, deja un legado de dedicación y amor por esta representación que sigue inspirando a nuevas generaciones.