CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- El Comandante de Bomberos, Jorge Antonio Aguirre Ramos, es uno de los sobrevivientes que estuvo hospitalizado por más de un mes con el 90% de quemaduras en todo su cuerpo a consecuencia de la segunda y más grande de las explosiones del Domingo Negro, y a 20 años de la tragedia dijo: todos los días son un milagro, porque Dios me permitió vivir para seguir ayudando a la gente.
Reconoció que pasó terribles momentos, tanto del dolor por las quemaduras, pero también de tristeza y preocupación, porque estando hospitalizado, no le daban mucha esperanza de vida, y le angustiaba dejar solas a su esposa y a sus tres hijas.
Pero a 20 años de la tragedia, está agradecido con Dios porque, contrario a todo diagnóstico médico, logró sanar, volvió a su trabajo un año después, se incorporó a Bomberos nuevamente, y disfruta los días al lado de su esposa, de sus hijas y de sus cinco nietas.
El Domingo Negro y mes severas lesiones en todo el cuerpo me cambiaron la vida. Pero el aprendizaje fue gradual, y del infierno que envolvió todo mi cuerpo, pasé a la angustia, pero después recuperé la esperanza, y finalmente la felicidad
Jorge Antonio Aguirre
Explicó que cuando salió de pie de las explosiones, nadie lo reconocía. Después perdió el conocimiento e ingresó al Instituto Mexicano del Seguro Social a las 11:30 de la mañana; hasta las 4 de la tarde ingresa a quirófano, y dos horas después de que sale de cirugía, los médicos informaron a los familiares que no había mucha esperanza de que sobreviviera.
A las 9 de la noche llega personal de Petróleos Mexicanos, en donde es operado nuevamente, de tal manera que a las 2 de la madrugada, el diagnóstico de los médicos es el mismo, sin esperanza a que sobreviva.
Dura 11 horas en terapia intensiva, y después lo dan de alta, para pasar otros 12 días en recuperación, desde su casa.
Al mes y medio, una unidad de Bomberos llega a su casa, por órdenes del Capitán Juan Bárcenas, y en sillas de ruedas, lo llevan a su centro de trabajo, en donde Jorge Antonio Aguirre reconoce que fue clave aquellas visitas, tres por semana, a lo largo de cuatro meses, porque logró fortalecer su sentido de pertenencia en la institución. A ocho meses del accidente, realiza por fin su primera salida de emergencia.
Por otro lado, en la empresa Bimbo en donde laboraba, se le respetó todo un año sus prestaciones y discapacidad médica, por lo que al regresar se le da una emotiva bienvenida; y además de ya estar en Bomberos, también vuelve a su trabajo.
El apoyo de la empresa en donde trabajaba, las muestras de solidaridad de todo el cuerpo de Bomberos, el amor de mi esposa y de mis hijas, fueron claves para que me volviera la esperanza por la vida. Y a 20 años de la tragedia, insisto en decir que tuve una segunda oportunidad de vida, y la disfruto tanto en el trabajo, ayudando gente en Bomberos, con mi familia, y en especial con mis cinco nietas
Jorge Antonio Aguirre