CELAYA, Gto.- La comunidad católica perteneciente a la Parroquia de San Antonio de Padua y sus rectorías estuvieron de fiesta con la llegada de su nuevo párroco, el padre Erick Urías Mendieta, quien recibió de manos de Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, las llaves del templo y la encomienda de trabajar, orar y proclamar la palabra de Dios.
➡️ Suscríbete a nuestra edición digital
El festejo comenzó en el atrio de la rectoría de Santiaguito, lugar donde salieron en procesión rumbo a la rectoría de Tierras Negras para hacer una parada. Posteriormente, continuaron hasta la parroquia de San Antonio de Padua para participar en la sagrada eucaristía, encabezada por el obispo.
- Te puede interesar: Destaca en el sector aeronáutico profesionista egresada de la UPG
Durante la celebración, el obispo le entregó las llaves del templo y, posteriormente, el nuevo párroco pasó a tocar la campana, después se realizó la incensación de la pila bautismal y la recepción del confesionario. Luego se le entregó la llave del sagrario y se hizo la presentación.
El obispo leyó el nombramiento del nuevo párroco, quien se arrodilló frente al altar e hizo la profesión de fe y la promesa de fidelidad a la Iglesia. Posteriormente, Monseñor Aguilar Ledesma, le encomendó dirigir y enseñar a los fieles lo que ha recibido de Cristo, además de trabajar, orar y proclamar la palabra de Dios.
Al finalizar, se realizó una procesión por el templo para que el obispo hiciera el signo de entrega de los lugares en los que el nuevo párroco realizará su ministerio como tal, litúrgica y pastoralmente. Concluido el rito de toma de posesión, se continuó con la celebración eucarística.
Concluyendo la misa, el padre Erick agradeció al obispo por confiarle la misión de acompañar a los fieles de la parroquia y de las rectorías que la conforman. A los fieles les agradeció por su cercanía y les indicó que espera que “caminemos juntos en sinodalidad”. También agradeció a los sacerdotes, a su familia y a todas las personas que lo acompañaron, de manera especial, de la parroquia de la Santa Cruz de Gamboa y sus comunidades. Añadió que será importante que “oremos unos por otros y pidamos siempre que San Antonio de Padua interceda por nosotros”.
Posteriormente, el obispo encomendó a todos los fieles el trabajo y ministerio pastoral del padre Erick, por lo que, les pidió que “estén con él efectiva y afectivamente en oración, no se les olvide rezar por él, recemos unos por otros y él también rezará por ustedes. También les pido de todo corazón que sepan recibir de cada uno de los sacerdotes esa novedad que tienen”.
“Los sacerdotes nos ofrecen todo lo que tienen, todo lo que Dios les ha regalado y a veces la gente hace comparaciones, los padres son diferentes, sepan recibir de cada uno lo que Dios les ha regalado, ellos con mucha generosidad están dispuestos a darlo todo en cada comunidad”.
Finalmente, es importante mencionar que el padre Erick nació un 30 de junio de 1982 en la comunidad de San Miguel de las Casitas en Xichú, San Luis de La Paz. Es el octavo de 11 hijos, cinco hombres y seis mujeres. Fue ordenado en San Luis de la Paz. Estudió en Roma, filosofía y letras.
Fue nombrado párroco en la comunidad de Gamboa, en Apaseo el Alto, además de que ha desempeñado su ministerio en San Miguel de Allende y María Auxiliadora en el Decanato de San Miguel Arcángel de Celaya. A partir del día 18 de junio, tomó posesión como párroco en San Antonio de Padua.