ACÁMBARO, Gto. (OEM-Informex).- Este 21 de mayo, los acambarenses celebran con la fiesta del Santo Sacramento, el XXXIV aniversario de que el Templo Expiatorio recibió ese nombre; sin embargo, este recinto inició su construcción desde 1850, tras la promesa a la Virgen del Refugio de que edificarían un templo en su honor, luego de que salvó a la ciudad de la epidemia del "cólera morbus", que cobró innumerables vidas. Hasta la fecha, la promesa no se ha cumplido totalmente, pues a más de 170 años, el templo no ha sido concluido.
En aquellos años, a causa de epidemia, se reunió todo el pueblo y, de acuerdo con el señor cura, que en 1850 era Fray Macedonio Romero, decidieron nombrar un santo protector del pueblo, que lo librara de tan temible epidemia.
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En una urna se pusieron los nombre de algunos santos y, en esos momentos, uno de los ahí presentes se acordó que faltaba el nombre de la Virgen del Refugio que, por no estar en la Parroquia sino en una casa particular, no se había tomado en cuenta.
Debió ser grande la sorpresa de todos al comprobar que la Santísima Virgen del Refugio era la elegida. Fueron todos por ella a la casa donde se encontraba, pues en el año de 1845 unos misioneros la habían traído a Acámbaro. La sacaron en procesión por todo el pueblo pidiéndole entre súplicas y lágrimas que ya cesara tanto sufrimiento y angustia. ¡Y fueron escuchados sus ruegos!
DATOS
- El 15 de marzo de 1850 se hizo la promesa de construir el templo
- 8 de diciembre de 1850 se colocó la primera piedra
- En 1873 se suspendió definitivamente por algunos problemas sociales
- En 1972 se retomó la obra
- En 1981 se consagró el templo
- El 21 de mayo de 1987 en representación de los antepasados que vivieron en 1850 todo el pueblo de Acámbaro quiere pagarle plenamente esa promesa entregándole a la santísima Virgen del Refugio un Trono Eucarístico para su divino Hijo Jesús, nombrándolo Templo Expiatorio.
PROMETIERON TEMPLO A LA VIRGEN
El maestro en restauración de sitios y monumentos, Leonardo Amezcua Ornelas refirió que el Templo Expiatorio fue una promesa que hizo el pueblo de Acámbaro, la Iglesia, el gobierno del año de 1850 por un milagro que realizó la Virgen Refugio de Pecadores y que salvó a la población acambarense del cólera morbus.
Dijo que “en agradecimiento a ese milagro se le prometió hacerle un templo a la Virgen, un Santuario, el cual inició su construcción en la misma década de 1850, hasta el día de hoy se ignora quién fue el arquitecto que hizo el diseño, el cual es de un estilo neoclásico propio de la escuela del arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras.
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“Es un neoclásico con tintes eclécticos, realizado en cantería gris, es un diseño muy elegante que tenía una gran entrada y curiosamente tenía capillas laterales y dos torres, es un diseño único propiamente del Acámbaro del periodo virreinal y del siglo 19, tenía dos torres y obviamente estaba proyectado para una cúpula y altares de cantería, neoclásicos en el interior”, explicó el historiador.
EN EL OLVIDO
Resaltó que este templo quedó en el olvido por la década de 1870 debido a todos los problemas que México vivía, como la guerra contra Francia, la invasión del segundo imperio de Maximiliano, etc.
Al no haber ya recursos para continuar la obra, ésta se suspendió en 1870 y pasaron 100 años de olvido.
En 1970, los frailes franciscanos se dieron a la tarea de salvar la obra y ponerla en funciones, se techó, se le pusieron bóvedas, se le hizo un acabado en el interior, se le hicieron jardines enfrente y a principios de 1980 se abrió el templo y al paso de los años se le nombró Templo Expiatorio.
Leonardo Amezcua indicó que el templo, a la fecha permanece inconcluso, “estamos hablando de una promesa inconclusa tanto del pueblo de Acámbaro como del Gobierno porque el templo carece de sus torres, sus campanarios, de un remate en su portada con un gran reloj neoclásico al frente, de altares en su interior, este templo aún necesita muchísima labor, se necesita invertirle muchísimo recurso y que el pueblo de Acámbaro realmente cumpla esa promesa que hicieron sus antepasados; el terminarlo sería un gran logro para Acámbaro, no solo de la imagen a nivel arquitectónico y urbano sino también que se sepa que Acámbaro tiene palabra y pues sería algo muy benéfico para todos”.