CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Como parte de los festejos el 97 aniversario del Tecnológico Nacional de México (TecNM), Campus Roque, se realizó una remembranza cronológica de la escuela, donde se recordó que por decreto presidencial, el 15 de mayo 1926 fue fundada la institución como central agrícola de Guanajuato, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento para alfabetizar a los hijos de los campesinos y enseñarles a trabajar la tierra.
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Rubén Paredes Uribe, secretario general del TecNM Roque mencionó que la escuela de Roque, desde su fundación, ha sido una institución con vocación agropecuaria. También recordó que en sus inicios los alumnos vivían dentro de la escuela, en el internado y con servicio de comedor.
“A partir de octubre de 1932, la escuela central agrícola, por decreto presidencial, pasó a depender de la Secretaría de Educación Pública bajo la denominación de Escuela Regional Campesina, cuya vocación era formar técnicos agrícolas y maestros rurales. En estas escuelas se mantenía vivo el espíritu de la revolución en el campo, ayudando a la solución de problemas rurales como habitación campesina, dotación de tierras, introducción y manejo de nuevos cultivos, aprovechamiento racional de los recursos naturales y mejoramiento de la explotación ganadera e industrias derivadas”.
Puntualizó que con su naturaleza pedagógica, pasó por diferentes denominaciones como son: Escuela Práctica de Agricultura de 1941 a 1959; Normal Rural Licenciado Gabriel Ramos Millán de 1959 a 1969; Normal de Especialidades en 1964, en esta fecha, dijo, inició como anexo de la normal rural y en 1969 sólo quedó funcionando como Escuela Normal de Especialidades en agricultura, ganadería y mecánica agrícola.
“En 1969 cambió su denominación a Escuela Nacional de Maestros para la Capacitación del Trabajo Agropecuario (ENAMACTA), con especialidades en agricultura, ganadería, industrias agropecuarias, mecánica agrícola, manejo y mantenimiento de equipo, entre otras. En 1971 se creó por decreto presidencial, la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA) pasando ENAMACTA a formar parte de esta dirección; y en 1978, por acuerdo de la DGETA”.
“En julio del mismo año se creó el Instituto Superior de Educación Tecnológica Agropecuaria (ISETA), iniciando actividades como tal hasta 1979, y concluyendo en 1984 por recortes presupuestales, cerrando así el internado. Los alumnos se repartieron en todo el país en las Instituciones de Educación Superior (ITA'S) de la DGETA”.
Mientras que a los profesores se les ofrecieron opciones para cambio de adscripción en otros institutos, quedando el ISETA con una población laboral de 70 trabajadores entre personal docente y administrativo, quienes dijo, por su compromiso institucional impidieron el cambio de vocación de la institución y sus instalaciones.
“Al no haber estudiantes inscritos ni programas educativos para ofertar, de 1984 a 1988, la institución funcionó como un centro de capacitación nacional para la DGETA, ofertando cursos de actualización y capacitación docente en las áreas de industrias alimentarias, cultivo de tejidos vegetales, educación no formal, entre otros”.
“Dentro de este mismo periodo inicia actividades la maestría en desarrollo rural, y en 1988 la escuela retoma su quehacer educativo ofertando los programas de ingeniero agrónomo en sistemas de producción agroindustrial e ingeniería en estrategias alternativas de producción agrícola, y posteriormente la licenciatura en informática y licenciatura en administración, para después ofertarlas en modalidad semi-escolarizada”.
RESCATE DE LOS TERRENOS AGRÍCOLAS
Mencionó que la institución atravesó por etapas de incertidumbre y conflicto a finales de 1975, cuando un grupo de campesinos de Celaya, invadieron 105 hectáreas del predio conocido como “La recibidora” y del total de la superficie, 42 hectáreas pertenecían a la entonces ENAMACTA. Luego de una disputa legal, recordó, en 1995 se creó el ejido “José María Morelos y Pavón”, promovido por un grupo de campesinos radicados en el poblado “El mezquite”, en Celaya, con una dotación de 105 hectáreas, con afectación a 42 hectáreas de los terrenos del ITA 33.
“Bajo este escenario, en el año 2000 se formó el comité en pro de la defensa de los terrenos del ITA 33, integrado por docentes, trabajadores administrativos, egresados, estudiantes y autoridades de la escuela. Dicho comité organizó y coordinó la resistencia pacífica para defender los terrenos; entre otras acciones, se realizaron protestas en plazas públicas, así como impedir la toma de posesión legal por los ejidatarios”.
“Como resultado de las acciones del comité, en el año 2005, la Secretaría de Desarrollo Social dictaminó procedente la expropiación de 42 hectáreas a favor de la escuela. Después de nueve años, en el 2014, se publicó en el diario oficial de la federación la “Expropiación de los terrenos por causa de utilidad pública”, una superficie de 44 hectáreas de riego de uso común de los terrenos del ejido, a favor de la Secretaría de Educación Pública, para destinarlos a obras de equipamiento e infraestructura agropecuaria, así como para la experimentación e investigación agrícola del Tecnológico de Roque”.
CONTINÚAN CAMBIOS
Continuó recordando que en 1994, bajo la misma DGETA, el ISETA cambia de denominación a Instituto Tecnológico Agropecuario 33 ITA 33. Para 2005 se creó la Dirección General de Educación Superior Tecnológica (DGEST) fusionándose la DGETI y la DGETA, a la cual se incorporó el ITA 33, y en noviembre del mismo año cambia de denominación a Instituto Tecnológico de Roque.
Asimismo, dijo que en agosto de 2009 inició actividades la extensión del Instituto Tecnológico de Roque en Apaseo el Alto, ofertando las carreras de ingenierías en agronomía, tecnologías de la información y las comunicaciones, gestión empresarial e industrias alimentarias.
“En el 2014, por decreto presidencial, se crea el Tecnológico Nacional de México, del cual actualmente formamos parte como uno de los 25 tecnológicos con vocación agropecuaria del sistema. Actualmente, se ofertan los programas de ingenierías en agronomía, innovación agrícola sustentable, hidrológica, industrias alimentarias, tecnologías de la información y las comunicaciones, y gestión empresarial”.
Además, dijo, se cuenta con maestrías en ciencias en biotecnología agroalimentaria, y en producción y tecnología de semillas; así como el doctorado en ciencias en producción agroalimentaria. Finalmente, destacó que “a casi 100 años de su creación, la institución sigue y seguirá vigente con su vocación agropecuaria”.