CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- A partir del 26 de abril hasta el 30 de mayo ya no se celebrarán a puerta cerrada los sacramentos religiosos ni con el mínimo de personas, tampoco se celebrarán las exequias dentro de los templos y no se solicitará apoyo económico a los fieles con la finalidad de pedir ayuda para mantenimiento del templo o clérigos, así lo determinó el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, luego de que la Secretaría de Salud del gobierno federal decretó la Fase 3 de la pandemia Covid-19 el pasado 21 de abril.
Indicó que las oficinas parroquiales deberán atender telefónicamente o bien ajustar sus horarios y/o días de atención. Resaltó que las presentes disposiciones entran en vigor a partir de la publicación de éstas.Gilberto Rico Gómez
El párroco de Sagrario Catedral, Gilberto Rico Gómez, a nombre del obispo, dio a conocer las disposiciones, en donde, además de lo ya mencionado, indicó que en esta fase 3 continuarán los sacerdotes ofreciendo diariamente la misa y transmitiéndola a través de los medios de comunicación que estén a su alcance.
“Que todo el pueblo de Dios y personas de buena voluntad, sepan que ningún clérigo ha contado, ni cuenta con la autorización para celebrar actos de culto público, esto para evitar cualquier confusión; organícese la caridad en favor de los más necesitados que implica la formación o consolidación de los equipos parroquiales de Cáritas”.
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Se exhortó a los párrocos y rectores de la Iglesia a buscar otra fecha para realizar bautizos, confirmaciones, bodas, entre otros sacramentos, ya que no se permitirá su realización como en la segunda fase, en donde sólo entraba el mínimo de personas, esto se determinó para evitar se realicen festejos pequeños o multitudinarios que pongan en riesgo la salud; tampoco se realizarán las exequias en los templos, sino únicamente en la capilla funeraria o el cementerio con un número menor a 10 personas.
“Exhorto a los sacerdotes que, atendiendo a las debidas medidas sanitarias, mantengan el cuidado pastoral a los enfermos. El sacramento de la reconciliación de manera ordinaria se celebra con la confesión individual mismo que se puede realizar en aquellos lugares donde se garanticen las condiciones de sana distancia y que al mismo tiempo se garantice la privacidad del penitente”.
“En estos momentos de cuidado de sí mismo, y ante el llamado a un más riguroso del cumplimiento de los protocolos sanitarios enfatizo que son, no solo la mejor forma de manifestar el amor al prójimo, sino también, una clara expresión de nuestra fe. Hago un llamado a todo el pueblo de Dios a ser obedientes a todas las autoridades en todos sus niveles, de una manera especial a la autoridad municipal que conoce más de cerca las situaciones concretas de cada lugar”.
Finalmente, pusieron su confianza ante el Sagrado Corazón de Jesús, patrono de la Diócesis de Celaya, para que sea Él quién de la fortaleza a las debilidades y temores, por lo que dijeron, esperan todo de su bondad y misericordia. Asimismo, se acogieron al manto de la Virgen de Guadalupe.