Supera violencia, hoy ayuda a otras mujeres

Este 25 de noviembre en que se celebra el “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, Ana Laura, quien tiene 56 años, contó su experiencia

Ana Medina | El Sol del Bajío

  · viernes 25 de noviembre de 2022

Gracias a la ayuda que recibió encontró su fortaleza y la seguridad que había perdido. | Foto: Cortesía | Ana Laura Paulin

CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Después de 15 años viviendo violencia física y psicológica, Ana Laura Paulin decidió divorciarse, pero lo que no sabía es que recibiría por parte de la sociedad otro tipo de violencia, y es que, se enfrentó a comentarios, tanto de hombres como de mujeres, que le expresaban “por qué te tardaste tanto tiempo en dejarlo, tú lo permitiste, tú tienes la culpa de lo que te pasó”, sin embargo, gracias a la ayuda que recibió por parte de una psicóloga y un sacerdote fue como encontró su fortaleza, la libertad y la seguridad que había perdido.

Este 25 de noviembre en que se celebra el “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, Ana Laura, quien tiene 56 años, contó su experiencia en exclusiva para la Organización Editorial Mexicana (OEM).

Contó que el primer año de matrimonio fue muy feliz y pensó que se había casado con el hombre ideal, pero al siguiente año, empezó a maltratarla porque no se embarazaba, la insultaba, la humillaba, la golpeaba, le decía que no servía porque no podía darle hijos y que se arrepentía de haberse casado con ella.


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“Visité a muchos médicos para que me realizaran varios estudios porque necesitábamos saber el motivo por el que no podía embarazarme. Cuando los resultados llegaron, se comprobó que yo estaba bien de salud, pero al pedirle que él fuera el que se hiciera los exámenes médicos, se rehusó tajantemente. Un mes después de esto y cuando estaba perdiendo las esperanzas quedé embarazada”.

“Durante el embarazo me trataba bien, porque tenía la esperanza de que el bebé fuera niño, pero hasta el día que di a luz nos dimos cuenta de que era una niña, él se enojó mucho y nuevamente empezaron los maltratos, los cuales llegaron a la bebé a quien insultaba mucho”.


Durante 15 años sufrió violencia física y psicológica. | Foto: Cortesía | Ana Laura Paulin



Al paso del tiempo, dijo, los maltratos psicológicos y físicos continuaron durante los 15 años que duró su matrimonio, hasta que un día, al ver que su hija comenzaba a entrar en depresión por los insultos y golpes que sufría por parte de su padre, fue que tomó valor y decidió terminar con todo.


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“Por mucho tiempo no dejé al papá de mi hija por miedo y por mi hija, porque pensé que era importante que no se quedara sin la figura paterna, pero cuando abrí los ojos me di cuenta de que estaba perjudicándola más con la violencia que vivíamos constantemente”.


“Una tarde, tomé a mi hija, nos fuimos de la casa y decidí comenzar el proceso de divorcio. Mis conocidos, por una parte, me felicitaban por tomar la decisión, pero al mismo tiempo me hacían comentarios como: Por qué te tardaste tanto tiempo en dejarlo, tú lo permitiste, tú tienes la culpa de lo que les pasó”.

“Después de escuchar todas esas palabras que me hacían sentir culpable y vergüenza decidí buscar ayuda. Afortunadamente, conocí a un sacerdote y a una psicóloga que me ayudaron a reconocer los miedos que me paralizaron por muchos años y que me hicieron tolerar las agresiones”.

Mencionó que la psicóloga la ayudó a trabajar su autoestima, la cual estaba muy lastimada, a amarse a sí misma, a superar las secuelas, los miedos, a tener valentía para seguir adelante, a expresar sus emociones, a ser libre, a encontrar su fortaleza y la seguridad que había perdido.

El sacerdote, dijo, la ayudó a perdonarse, a perdonar a su exesposo, a encontrar la paz, el propósito de su vida, a sanar sus heridas, recuperar la esperanza, a ser más comprensiva e incluso la invitó a entrar a un grupo de la Iglesia para que, por medio del servicio a los demás y al enfocarse haciendo cosas positivas, aprenda a valorarse como persona.

Finalmente, exhortó a las mujeres que en estos momentos sufren a causa de la violencia a que no tengan miedo “no están solas, siempre hay alguien que las va a ayudar a dejar la opresión que las está dañando, hay que ser valientes y siempre hay que recordar lo que es mejor para ustedes, en mi caso, mi mayor impulso para salir adelante era el bienestar de mi hija. No teman dejar la relación tóxica”, finalizó Ana Laura.