CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- En los último 31 años, en el país se cometieron 79 atentados contra sacerdotes, religiosos e integrantes de la Iglesia Católica, de los cuales dos ocurrieron en Guanajuato, así lo dio a conocer la Unidad de Investigaciones Especiales del Centro Católico Multimedial (CCM) en el ‘Reporte Anual 2021: Situación de la Iglesia Católica ante la violencia en México’.
Este informe fue preparado por el Padre Sergio Omar Sotelo Aguilar SSP, director del CMM; y Guillermo Gazanini Espinoza, coordinador de la Unidad de Investigación del CCM, en donde se destaca que:
“México sigue siendo un país peligroso para ejercer el sacerdocio en América Latina”, y es que, las víctimas de los atentados han sido: Un cardenal, 61 sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, nueve laicos, un periodista católico, además de que hay dos sacerdotes desaparecidos.
DISMINUYEN HOMICIDIOS
Menciona que, de los 61 sacerdotes víctimas de atentados, cuatro han sido asesinados en lo que va de la presente administración, entre ellos, el padre Gumersindo Cortés González, perteneciente a la Diócesis de Celaya, quien fue encontrado sin vida la noche del 27 de marzo en la comunidad Cerrito de Guadalupe, en el estado de Guanajuato.
La información indica que en el primer trienio del sexenio anterior se cometieron 12 asesinatos contra sacerdotes y agentes de pastoral o asociados a servicios eclesiásticos, por lo que, la cifra disminuyó una cuarta parte en esta administración.
Por otra parte, a la fecha, no se tienen noticias del paradero del sacerdote Santiago Álvarez Figueroa, perteneciente a la Diócesis de Zamora, quien desapareció el 29 de diciembre de 2012; ni del padre Carlo Órnelas Puga, de la Diócesis de Ciudad Victoria, quien desapareció el 3 de noviembre de 2013.
GUANAJUATO REGISTRÓ DOS AGRESIONES
Se detalla que los estados donde se registran el mayor número de sacerdotes y religiosos agredidos de 1990 a 2021 son: Ciudad de México con 11, Guerrero 10, Veracruz ocho, Chihuahua y Michoacán siete.
Estado de México seis, Baja California cinco, Puebla cuatro, Tamaulipas, Jalisco y Coahuila tres, Guanajuato, Nayarit y Oaxaca dos, mientras que Hidalgo, Aguascalientes, Sinaloa, Durango, Colima y Morelos cuentan todos con uno.
AUMENTAN EXTORSIONES
Se menciona que la pandemia obligó a cerrar diversos ramos económicos, lo cual implicó una recesión de la economía, y con ello, los obispos recomendaron que las misas y las actividades se realizaran a distancia.
“Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y agosto se reportaron cinco mil 722 casos de extorsión telefónica y a través de redes sociales en el país, cifra que representa un 5% más que en el mismo periodo de 2020. Este incremento se da, igualmente, por las novedosas formas de extorsión contra obispos, sacerdotes y agentes de evangelización”.
Recuerda que en diciembre de 2021 el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, advirtió que desde hace algunos meses en varias diócesis del país se han suscitado casos de extorsión con diferentes modus operandi dirigidos hacia los sacerdotes, religiosas y feligreses. “Nos preocupa que estos hechos ocurren cada vez de manera más frecuente”.
Indica que uno de los inconvenientes que tienen las diócesis es la forma en que han afrontado el delito, ya que no se han articulado mecanismos de prevención y denuncia. Tampoco se conoce la cifra relativa a las pérdidas económicas, ni qué grupos están dedicados a la extorsión.
“Tampoco se sabe si se trata de bandas del crimen organizado, no se conoce una cifra o censo de parroquias que hayan denunciado el pago del derecho de piso o el pago de servicios de protección de grupos contra bandas rivales. En este sentido, es urgente que, desde la Conferencia del Episcopado Mexicano, se articulen esfuerzos con el fin de llevar un registro preciso de estos delitos y concentrar los datos concretos de las formas e incidencias”.
AGRAVIO A TEMPLOS
Otro delito que tuvo incremento fue el robo a templos “que trajo consigo el agravio a objetos de fe y devoción con el sacrilegio a especies eucarística. Se trató de robos comunes que tuvieron por blanco algunos artefactos religiosos por considerarlos preciosos y que trajeron, en consecuencia, la profanación de objetos sagrados”.
RECOMENDACIONES
Con los delitos que se han cometido contra las parroquias e inmuebles religiosos se emiten las siguientes recomendaciones: primero se pide diseñar e implementar mecanismos accesibles en las arquidiócesis y diócesis para dar seguimiento a las investigaciones de cada uno de los casos desde el inicio hasta las sentencias.
También capacitarse en torno al conocimiento y aplicación de los protocolos básicos de seguridad eclesial personal y de recintos religiosos, la revisión periódica y la evaluación de estos sobre su efectividad y las posibles modificaciones conforme a la experiencia de párrocos y comunidades.
Crear un plan que permita la compilación de la información sobre agresiones y delitos cometidos contra el patrimonio nacional y de las asociaciones religiosas, así como evaluar la pertinencia para hacer lazos de colaboración con otras iglesias que han sufrido la misma situación para reunir información objetiva y real de las dimensiones del problema de la comisión de delitos perpetrados contra ministros de culto y lugares sagrados.