CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Hay muchas madres que sufren por sus hijos dedicados a la delincuencia, ellas no dejan de amarlos, no dejan de sufrir por ellos, ojalá que con sus oraciones alcancen la conversión de esos hijos, indicó el obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia en su mensaje por el Día de las madres, y añadió un mensaje especial a dichos hijos para que cambien y no las hagan sufrir más.
Dijo que los hijos deben descubrir en sus madres el amor de Dios, ya que es misericordioso y al igual que el amor de Dios, se apiadan de las miserias de sus vástagos, además de que los aman no por ser buenos, sino para que sean buenos.
“A esas madres de manera especial quiero recordarles que no están solas y a los hijos que tienen una madre que sufre por su causa les digo que cambien, ya lo hemos dicho, más fuerte que la crisis de la epidemia es la crisis de la criminalidad, va aumentando, siempre estamos en punta, esa punta no se aplana, seguimos creciendo, ojalá que ya no sea así. Que esas madres con sus oraciones alcancen la conversión de sus hijos, como Santa Mónica la conversión de San Agustín”.
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El obispo envió un saludo cariñoso para las madres de la tercera edad que se encuentran encerradas en sus casas, las que deben salir a trabajar, a quienes esperan a sus primeros hijos y a las madres solteras.
Que nunca falte el auxilio maternal de la Virgen María. Por otra parte, el obispo durante la misa dedicada a las madres del cielo y la tierra celebrada ayer, el obispo destacó que desafortunadamente ha aumentado la violencia intrafamiliar durante el confinamiento, principalmente del hombre hacia la mujer a pesar de que muchos dicen amar a la Virgen María.
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“Cuánta corrupción y cuánto crimen, nos decimos muy marianos, devotos a nuestra señora Guadalupe nuestra madre amantísima, sí, pero son excesivamente machistas que no respetan realmente a la mujer. Ha quedado evidencia muy clara en este encerramiento, ha crecido la violencia intrafamiliar principalmente del hombre hacia la mujer, somos muy marianos, mucho de mamá Lupita, pero ¿de veras amamos como Dios quiere?”.
Finalmente, el obispo pidió a los que aún tienen con vida a sus madres a que las cuiden, las amen, les expresen su amor con las obras no solo un día, sino todos y que mantengan su sana distancia para cuidar de su salud. Para aquellos que ya no tienen a sus mamás con vida, el obispo los exhortó a que sigan pidiendo por ellas.
También pidió a todos los fieles que confíen en el auxilio maternal de la Virgen María para ellos y sus familias.