CELAYA, Gto.- Como parte del “Día Internacional de la Libertad Religiosa”, que se celebró este viernes, es importante destacar que “de los 196 países que existen en el mundo en 61 se viola la libertad religiosa, lo que significa que el 62.5% de la población mundial, es decir, casi 4.900 millones de personas, viven en un país con violaciones graves o muy graves de este derecho”, así lo dio a conocer Julieta Appendini, directora de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en México, quien además agregó que hasta el momento se tiene registrado que 28 países sufren de persecución y 33 discriminación.
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Appendini, mencionó que de acuerdo con el “Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2023”, realizado por ACN, señala que la persecución religiosa se ha agudizado e incluso ha incrementado la impunidad y, es que dijo, en 47 de los países más peligrosos la situación ha empeorado en los dos últimos años y en 36 rara vez o nunca los atacantes son procesados por la justicia.
“Es alarmante el silencio de la comunidad internacional ante el incumplimiento de este derecho. Según el Informe 2023, las comunidades de creyentes minoritarias están cada vez más asfixiadas y en muchos casos, corren peligro de extinguirse. El derecho a la libertad religiosa en el mundo agoniza”.
PERSECUCIÓN EN CIFRAS
Aunque no se precisa qué países son, mencionó que el informe señala que desde 2021 al menos en 40 países han sido asesinadas o secuestradas a causa de su fe, en 36 países los autores rara vez o nunca han sido procesados por el Sistema Judicial, mientras que, en 34 países se han atacado o dañado lugares de culto o propiedades religiosas.
En cuatro países quien ataca la libertad religiosa es el nacionalismo etnorreligioso, en 21 países el extremismo islamista y en 49 países el gobierno autoritario. Sobre las minorías religiosas, indicó que son cada vez más asfixiadas por los ataques terroristas, la vigilancia de masas, leyes de anticonversión, restricciones económicas, manipulación electoral para reducir la representación de las minorías, ataques a su patrimonio cultural y manipulación de registros de población.
MÉXICO
En el caso concreto de México, mencionó que se han denunciados incidentes e incluso delitos contra las personas religiosas, en su mayoría católicas y evangélicas, actos de vandalismo, profanaciones y ofensas a sus creencias, por parte de algunas personas que pertenecen a grupos proabortistas, profeministas y grupos que fomentan la ideología de género.
También, dijo, el informe menciona que “han sido asesinados 14 miembros del clero en siete países: Bolivia, Haití, Honduras, México, Paraguay, Perú y Venezuela. En algunos casos, las víctimas murieron intentando interceder durante tiroteos relacionados con delitos comunes”.
“Pero en otros la creciente presencia de la delincuencia organizada en las zonas rurales ha dejado a los religiosos como las únicas figuras con autoridad que desafían a las peligrosas redes de traficantes y como el último recurso para las personas que huyen de los delincuentes. La violencia generalizada causada por las guerras territoriales, la corrupción y la extorsión en las que participan bandas, guerrillas, narcotraficantes y el crimen organizado sigue siendo endémica en toda la región, siendo Colombia, Haití, México y Venezuela los ejemplos más extremos”.
PERSECUCIÓN RELIGIOSA
Explicó que hay persecución cuando se cometen delitos de odio y violencia por motivos religiosos, cuando las víctimas son discriminadas, desposeídas e incluso asesinadas legalmente, cuando existe una campaña activa para exterminar, expulsar o someter a un determinado grupo de personas por su religión por parte del estado u otros grupos.
También hay persecución cuando “los miembros de ciertas religiones pueden ser objeto de crímenes castigados por la ley, incluso asesinato, despojo de bienes y propiedades, deportación, exilio, secuestro, esclavización sexual bajo pretexto de conversión religiosa, acusaciones de blasfemia. Todo amparado por leyes que no consideran a estos ciudadanos en condiciones de igualdad, y los que cometen los delitos no suelen ser castigados”. Además, añadió que la persecución pasa a ser genocidio cuando adquiere un carácter sistemático, no circunstancial.
DISCRIMINACIÓN RELIGIOSA
En cuanto a la discriminación, puntualizó que sucede cuando se cometen delitos de odio y violencia por motivos religiosos, cuando las leyes a cualquier nivel marginan a un determinado grupo religioso y no a todos, cuando hay limitaciones a la libertad de expresión, a la objeción de conciencia a miembros de ciertos grupos religiosos, al acceso laboral y cargos públicos, cuando hay imposibilidad de llevar determinados símbolos religiosos, incapacidad de comprar o reparar propiedades, de vivir en un determinado barrio o cuando las víctimas solo pueden recurrir a la justicia internacional en su defensa.