CELAYA,Gto.- Mi nombre es Martín Ramírez Pantoja, nací el 30 de octubre de 1964, vivo tranquilo, a veces en un lado o en otro, busco ayuda de quien me quiera dar, para comer y para vestir porque no tengo a nadie.
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Dijo Ramírez Pantoja que anda en su silla de ruedas, buscando una sombra, un lugar en donde no lo corran, pidiendo algo para comer y vestir porque dice no tener familia.
En varias ocasiones llegó a ir al Sistema Municipal DIF, pero lo que le dieron le ayudó para salir del camino unos días.
Dice que ha recibido terapia psicológica, pero lo que asegura que necesita es comer y vestir, pero sobre todo comer.
Su adicción a inhalantes no le permite vivir con normalidad, puesto que está atado a dicha adicción que le complica la forma de hablar y en ocasiones llega el momento en que casi no puede pronunciar palabra.
Ha estado pidiendo caridad frente a la Presidencia Municipal, a las afueras de tiendas, en los mercados, pero de todos los lugares le piden que se retire.
“Mi mamá nos trajo a la calle Morelos, en la vecindad y departamento de don José. Y quien me ha ayudado a vivir es Dios. Y en ocasiones me ayuda la gente con un taco o con una tortilla o aunque sea un tamal. Yo quiero algo para comer”, dijo.
No quiso decir más sobre su familia, el lugar donde se queda a dormir, y comentó que no le tiene mucha fe al DIF, pero si se le ablanda el corazón aceptará cualquier cosa que le den para comer, pero también acepta el tratamiento porque, reconoce, anda hundido en la adicción a los inhalantes.
Cabe señalar que vecinos y comerciantes de algunos puntos de la zona centro, hacen un llamado para que intervenga el DIF, por seguridad de la misma persona y de quienes pasan cerca.