CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Cuando una persona es diagnosticada con cáncer suele sentir que su enfermedad es un castigo divino y se sienten tristes e incluso desanimadas, sin embargo, de acuerdo con el padre José de Jesús Palacios, Vocero de la Diócesis de Celaya, y en el Día Mundial del Cáncer que se celebró ayer, invitó a los fieles que la padecen a vivirla con espíritu de redención, es decir, ofreciendo sus dolores a Dios para unirlos al sufrimiento de Cristo.
EN 2020 EN GUANAJUATO EL 14% DE LAS MUERTES FUE POR CÁNCER
Al corte de 2020 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dio a conocer que en Guanajuato el 14% de las muertes fue debido al cáncer, y precisa que, a nivel nacional, los tumores malignos que más afectan a las mujeres de 30 años en adelante es el de mama, y en el caso de los hombres de 30 a 59 años es el de colón, recto y ano, mientras que los de 60 años en adelantes es el de próstata.
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EL CÁNCER NO ES UN CASTIGO DIVINO
El sacerdote mencionó que el mensaje en el Día Mundial del Cáncer es de “oración, apoyo y cercanía. Cuando hablamos de esta enfermedad crónica, lo primero que hay que entender es que no es un castigo de Dios, no es un castigo divino, es una oportunidad para acercarnos al Señor y para que se manifieste la gloria de Dios en nosotros”.
Platicó que desafortunadamente varios de sus familiares fallecieron debido al cáncer, por lo que, esta no es una enfermedad extraña para él, sino que conoce las diferentes facetas emocionales y espirituales que deben sobrellevar quienes la padecen.
“En mi experiencia he contemplado un proceso de conversión, es como entrar en una serie de ejercicios espirituales, en un proceso de conversión muy dolorosa para quien la sufre, para sus familiares y los amigos cercanos, pero finalmente es un proceso de conversión del enfermo y de aquellos que lo cuidan”.
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Mencionó que hay corazones que no lo quieren ver, ni vivir con espíritu de redención, por lo que les resulta muy difícil sobrellevarlo, se la pasan cuestionando el por qué de la enfermedad y se cierran por completo a la acción de Dios, “lo ven como un castigo y se revelan en contra de su designio”.
“Pero hay otros que en medio del sufrimiento y la enfermedad se acercan más a Dios, y permiten su acción, es decir, se fortalecen, viven plenamente su sufrimiento, lo viven con espíritu de redención ofreciendo sus dolores, por eso cuando un enfermo sabe canalizar su sufrimiento resulta ser un tesoro, porque se une al sufrimiento de Cristo en la cruz para que se siga actualizando la redención de los hombres en un aquí y ahora”.
Ejemplificó que en el Evangelio Judas y Pedro se alejaron de Jesús, ya que ambos cometieron traición, tuvieron un sufrimiento en el alma, pero la diferencia entre uno y otro fue que el que estaba alejado de Él tomó una mala decisión y se quitó la vida, mientras que el otro, al encontrarse cerca de Jesucristo alcanzó a iluminar su realidad y se convirtió.
Invitó a los fieles a que acerquen a sus enfermos a Jesús, que encuentren en Él su consuelo y su fortaleza, mencionó que actualmente, es más fácil acercarlos a participar en la misa, ya que se transmite en las redes sociales.
“En la manera de las posibilidades hay que invitar a un sacerdote para que los confiese, que les den la santa unción, que no se esperen al último momento cuando nada se puede hacer, que vean esa oportunidad de estar en camino de conversión”, finalizó el sacerdote.
