CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- “Sí se puede, no se rindan”, fueron las palabras de Santiago Dariel, quien a sus 11 años concluyó su tratamiento contra el cáncer, el cual le aquejaba desde que tenía tres años. Acompañado de su mamá, de su papá, de los doctores, enfermeras, damas voluntarias y de los integrantes de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) Guanajuato, el pequeño entre aplausos tocó la campana de la victoria.
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Durante el evento, se explicó que Santi, como cariñosamente lo llaman, a los tres años fue diagnosticado con leucemia y enviado de manera inmediata al Hospital General de Celaya, donde recibió todo el apoyo del personal de salud, así como de AMANC Guanajuato, quienes les ayudaron con su tratamiento oncológico, los medicamentos, consultas, traslados y todo lo que necesitaban.
Su mamá, mencionó que “es una situación difícil cuando nos dicen que tu hijo tiene esta enfermedad, de verdad que se nos viene el mundo encima, mi fe estuvo primeramente en Dios, es quien hace la obra. Échenle muchas ganas, sean disciplinados en su alimentación, en sus medicamentos y tengan mucha fortaleza porque es muy difícil, pero sí se puede, es una satisfacción que nadie nos la da, de verdad tengan mucha fe, sí se puede, aquí estamos”.
El papá de Santi indicó que a pesar de que su hijo era muy pequeño cuando le detectaron el cáncer fue muy fuerte. Además, mencionó que “me daba mucha tristeza llevarlo a donde lo tenía que llevar. Lloraba por los piquetes para extraer su sangre. Ha sido muy difícil, yo siempre creía que él iba a estar bien, dije, mi hijo no puede tener eso. En una ocasión le dije que iba a estar bien, que iba a salir adelante y así fue. No fue fácil verlo sufrir tanto, pero aquí estamos después de tantos años. Se venció”.
Por otro lado, Juan Silvestre Gutiérrez, director del Hospital General de Celaya dijo sentirse muy contento por esta noticia e indicó que “es satisfactorio llegar al día en que los médicos, enfermeras y la unidad de pediatría nos da la buena noticia de que Santiago está curado”.
Mencionó que, aunque se pasan momentos muy difíciles, el caso de Santi demuestra que los sentimientos y malos ratos son superados y en su lugar quedan momentos tan grandes y satisfactorios como en este caso. Finalmente, felicitó a todo el personal de salud, a las damas voluntarias y a la asociación por la atención brindada de manera oportuna.