CELAYA, Gto.- (OEM-Informex.- Con una nutrida asistencia de familias celayenses y de otros municipios se llenaron los balnearios de Celaya desde las primeras horas del día, no sólo para amortiguar el fuerte calor con un chapuzón, sino para crear los espacios y condiciones en donde la familia pudiera convivir en un sano espíritu de unidad.
En el balneario Los Arcos llegaron elementos de Protección Civil del Estado de Guanajuato, así como en el resto de los centros recreativos de Celaya y la región, con el fin de supervisar que se cumplieran con los protocolos de seguridad.
La inspección en materia de seguridad que realizó ayer, sábado de Gloria, por Protección Civil del Estado de Guanajuato consistió en revisar que las albercas tuvieran las señalizaciones como la medida del nivel del agua para que las personas conocieran el nivel de profundidad antes de entrar o permitir que los hijos entraran.
También se revisó que se cumplieran con su reglamento, como no introducir bebidas alcohólicas, respetar la sana distancia, no permitir la entrada de objetos de cristal, para evitar accidentes.
Durante su recorrido en el balneario Los Arcos ubicado en la zona sur de Celaya, así como en balnearios de Apaseo el Alto y Villagrán, hubo acercamiento con las familias para invitarlas a mantener cuidado y atención de los niños, en especial estar atentos cuando ingresan a la alberca, no dejarlos solos, estar al pendiente y en especial que un adulto los acompañe siempre cuando hacen uso del tobogán y de la misma alberca.
Desde la entrada del balneario, se expuso en una amplia lona las recomendaciones “Por la seguridad de todos”, como fue el uso indispensable del cubrebocas, tomarse la temperatura al entrar al centro recreativo, mantener la sana distancia entre las distintas familias, y hacer uso del sanitizante.
“Usar cubrebocas en su mesa, vestidores, baños y fuente de sodas. Usar gel antibacterial constantemente que se encuentran en diferentes puntos del establecimiento”, indicaba al ingreso de los balnearios.
Familias enteras llegaron en autos particulares, y después de bajar con bolsas de comida, agua o refresco, ingresaban con su cubrebocas, para ya adentro, distribuirse en familias a lo largo del balneario.
