CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Más de cinco centímetros se hundió Celaya en 2020 y registró una apertura de 1.06 centímetros en cada una de las 15 grietas geológicas que atraviesan la ciudad, lo que la hace tener un problema de subsidencia a causa de la gran cantidad de agua que se extrae de los mantos acuíferos, pues es esto lo que ocasiona que se compacte el subsuelo y se generen los hundimientos.
Lo anterior lo informó la ingeniera geóloga de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Celaya, Berenice Gil del Ángel, quien es la encargada de estudiar esta problemática.
⬇️Da clic aquí⬇️
La especialista explicó que el término correcto es grieta geológica y no falla geológica como las conoce la ciudadanía, y que las 15 que hay en Celaya, tanto en la zona urbana como rural son constantemente monitoreadas. Dijo que las más extensas tienen una longitud de 7.5 kilómetros y 8.5 kilómetros.
"Como resultado del monitoreo durante el año 2020, el municipio de Celaya se hundió un promedio de 5.473 centímetros, y los meses con mayor movimiento son diciembre, enero, febrero y marzo, siendo este último el mes crítico, donde podemos inferir que esto es a causa de la falta de lluvia en estos meses, por lo tanto, el acuífero no está recibiendo cargas pluviales pero se sigue extrayendo. Mientras que en los meses de lluvia como son junio, julio y agosto se ha visto reflejado que no hay mucho movimiento", dijo Berenice Gil Del Ángel.
En entrevista, la ingeniera mencionó que durante 2020 se hizo un monitoreo mes con mes de 80 puntos que recorren las 15 grietas que se tienen identificadas dentro en la ciudad, en los que se hace la medición del hundimiento, abertura que tiene la grieta, el rumbo que lleva y el ángulo de inclinación.
Dichos trabajos tienen el objetivo de poder hacer la geo-estadística de todos ellos y analizar el comportamiento de éstas, las zonas y meses más vulnerables así como también los factores que aceleran o disminuyen esta problemática.
⬇️Da clic aquí⬇️
NIVELES DE RIESGO
Las grietas se miden en cuatro niveles de riesgo: el nivel uno demuestra la afectación más leve, en el nivel dos se observa la afectación del suelo, en el tres se muestran afectaciones a redes de agua potable y drenajes, mientras que el nivel cuatro muestra hundimientos diferenciales con escalones de varios metros que se observan en la superficie y que además dañan los inmuebles.
De las grietas que fueron detectadas recientemente está una en la comunidad La Cruz, que es una de las más importantes, ya que corre desde la comunidad El Cuije y se extiende hasta la zona urbana; en la calle Oaxaca en la colonia Alameda, otra en la calle Tenochtitlán, calle Guanajuato y en la comunidad de Rincón de Tamayo.
La formación de las grietas y hundimientos han originado que varias casas queden deshabitadas en la ciudad, en colonias como la Alameda, Barrio de la Resurrección, el centro de la ciudad y el Barrio el Zapote.
URGE EVALUAR GRIETAS
Para evitar que se siga hundiendo la ciudad, la ingeniera geóloga de la Dirección de Protección Civil y Bomberos, propone que a corto plazo, se tiene que identificar, georreferenciar y conocer a detalle las características de las grietas y dividirlas en polígonos de actuación.
Los niveles de riesgo uno y dos son fáciles de atender; en tanto, que los niveles tres y cuatro, son más difíciles, ya que requieren hacer más estudios debido a que implica la sustitución de importantes tramos de tubería de la red de agua potable y de drenaje, así como el tamaño de la excavación y cantidad de material empleado.
Ante la situación en la que está la ciudad se recomienda a la ciudadanía en general cuidar el agua y reportar cualquier tipo de daño que observen en sus domicilios como grietas o hundimientos. Y a la población de la zona rural no perforar pozos clandestinos.
De las acciones que se pueden realizar a mediano plazo y que pueden ayudar a la ciudad es extraer menos cantidades de agua de los pozos, hacer pozos de captación de agua pluvial o cisternas para purificar el agua pluvial.
Mientras que una acción a largo plazo sería pensar en los parques urbanos con lagos de infiltración hacia el acuífero.
Con las acciones anteriores se lograría la reducción de la subsidencia del terreno y sostener más el vital líquido de manera subterránea y mitigación de hundimientos.
