CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- A una semana de finalizar el año, la venta de uvas y de ropa interior roja y amarilla ha incrementado un 40% y 55% respectivamente, ya que, de acuerdo con comerciantes del mercado Hidalgo, la gente se prepara para los rituales que llevarán a cabo al comenzar el año nuevo, a fin de atraer la buena suerte, el amor y la fortuna, sin embargo, el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, pidió a los fieles no caer en estas supersticiones y los exhortó a hacer propósitos serios que puedan cumplir desde el primer día.
La señora Guadalupe, quien vende frutas y verduras, mencionó que desde el viernes pasado la venta de las uvas ha incrementado un 40% y espera que durante esta semana el porcentaje incremente entre un 10% y 20% más, debido a que, como cada año, las personas harán sus compras de última hora, ya que no quieren dejar pasar la oportunidad de hacer sus propósitos de año nuevo a través de esta fruta.
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Salvador, quien es comerciante de ropa, mencionó que este año las mujeres están buscando mucho por superstición la ropa interior roja y amarilla, ya que desean encontrar el amor, la fuerza, la fortuna, la buena suerte y la abundancia para el próximo año. Las ventas dijo, han incrementado un 55% y espera que este porcentaje incremente un 20% durante esta semana.
Por su parte, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, aseguró que este tipo de prácticas son supersticiones que demuestran que quienes la realizan no tienen una fe segura, sino que tienen una deficiencia en la confianza en Dios y en sí mismos, por lo que, necesitan tener apoyos psicológicos externos para apoyar su propia inseguridad creyendo que les van a ayudar y por ello en ocasiones se compran dijes creyendo que les traerán buena suerte.
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Explicó que con la nueva era se ha creado una combinación de cosas para que todo entre ahí, es decir, se ha promovido la devoción errónea a los ángeles, a las velas o prendas de colores, a los metales, las cartas, las bebidas y comidas.
Destacó que una prenda no da un valor extra a la persona, ni un metal influye en el destino amoroso de la persona “vivimos en un mundo de magnetismo e influye en la marea, la luna, pero no influye en las decisiones personales, sí en la salud, si se tienen problemas del corazón y se vive en la montaña, deberá bajar al nivel del mar, pero hasta ahí”.
En el caso de las cartas, dijo, son juegos que se inventaron los soldados en tiempos de batallas durante las noches, pero de ahí que la suerte o el manejo de ellas dé el destino de la vida “es aniquilar lo más importante que tienes que es la voluntad y la libertad de tomar decisiones”.
Otros elementos menos supersticiosos, comentó, son las bebidas y comidas. Ejemplificó que a veces para dar vuelta la página al año viejo, algunos toman champaña o incluso tiran balazos al aire, mientras que, para recibir al nuevo año, la gente como 12 uvas para hacer sus propósitos de año nuevo.
Sin embargo, dijo que lo más importante es que estos propósitos sean serios, firmes y basados en las posibilidades reales, en lo que está al alcance para que se puedan lograr desde el primer día. Además, agregó que, es necesario que estos propósitos no sean egoístas, es decir, bajar de peso o pintarse el cabello, sino que sean proyectos personales, comunitarios y sociales que beneficien a los demás y que los hagan mejores personas, mejores padres de familia, hijos, jefes de estado, ciudadanos, a fin de construir una sociedad cada día mejor.