CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Después de tres horas de espera en el banco Bienestar de la calle Zaragoza, los encargados informaron a más de un centenar de adultos mayores que ya no había dinero para otorgar la pensión bimestral de 4 mil 800 pesos, por lo que, desconsolados y cansados, volvieron a casa para al siguiente día emprender nuevamente el traslado de colonias o comunidades para un nuevo intento.
La señora Ana Paulina Galván comentó que en las otras opciones para cobrar, como tiendas departamentales, cajas populares y bancos privados, han informado que no les está depositando el dinero que específicamente se destina para la pensión de los adultos mayores, y los únicos dos puntos de cobros son en los bancos Bienestar de Zaragoza e Irrigación, pero en ambos la situación es la misma: sobredemanda, falta de dinero o falla del sistema.
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Con el nuevo sistema de cobro de pensión que se hace por orden alfabético, el pasado lunes, incluso este martes, se saturaron los dos únicos bancos de Bienestar que hay en Celaya, en donde ya pueden acudir los adultos mayores en general.
Desde antes de las nueve de la mañana ya hay fila de beneficiados para recibir su pensión que por primera vez es de 4 mil 800 pesos, pero debido a la gran demanda se realiza dicho cobro por medio del cajero, el cual suele tener fallas, y también desde la oficina bancaria.
Pero para ello, debe ser el titular de la tarjeta la única que puede cobrar, y quien tiene que dejar una copia de su credencial de elector, cuando al ser por medio del cajero se puede retirar la pensión a través de un familiar o de la persona que más confía el adulto mayor.
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Desde el pasado viernes, y todavía ayer martes, las filas en los bancos Bienestar de Zaragoza e Irrigación han sido prolongadas y lentas, y la historia de que se acabó el dinero o hubo fallas en el sistema se han estado repitiendo no sólo en esta nueva etapa de entrega de pensiones por orden alfabético, sino en fechas pasadas.
Fue a las 13 horas con 30 minutos del día lunes cuando los encargados del banco informaron que se había acabado el dinero, pero también se había dicho poco antes que presentaron fallas en el sistema, por lo que ya no habría servicio.
Las personas que estaban por entrar, ya tenían más de tres horas esperando desde temprana hora, y la fila se extendía hasta más allá del pasaje, con dirección a la calle Hidalgo.
Los adultos mayores que habían esperado bajo el sol, unos de pie y otros sentados en bancas, en la banqueta, en escaleras de negocios aledaños, se mostraron decepcionados y hasta molestos porque no era la primera ocasión que se les hacía esperar por horas para que al final se les informara que el sistema de pago no funcionaba o se les había agotado el dinero.
Varias personas coincidieron que ya habían acudido a la Caja popular, a los bancos o a tiendas comerciales pero todos decían que no tenían dinero, que ya no les depositaban para ello, y en consecuencia se saturaron los bancos Bienestar.
