Sanjuana Lino fabrica instrumentos prehispánicos [Galería]

La artesana platicó que hace más de 26 años llegó el grupo Tribu, el cual toca música prehispánica, a Mineral de Pozos y durante su estancia enseñaron a los jóvenes a hacer estos instrumentos

Ana Medina | El Sol del Bajío

  · sábado 17 de septiembre de 2022

Desde hace 26 años Sanjuana Lino se dedica a la construcción de instrumentos prehispánicos. | Foto: Ana Medina | El Sol del Bajío

CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Al ser utilizados en rituales, festividades, en la guerra e incluso para comunicarse y completar la percepción de olores y sabores, los instrumentos sonoros prehispánicos fueron muy importantes en su tiempo y para evitar que esta parte de la cultura desaparezca, desde hace 26 años la artesana Sanjuana Lino, originaria del Pueblo Mágico Mineral de Pozos, Guanajuato, se dedica a la construcción de instrumentos prehispánicos como el Chicahuaztli, Atecocolli, Ayacaxtli, por nombrar algunos.

Platicó que hace más de 26 años llegó el grupo Tribu, el cual toca música prehispánica, a Mineral de Pozos y durante su estancia enseñaron a los jóvenes a hacer estos instrumentos. Tiempo después “una compañera me involucró, ella me enseñó a pintar, a tallar la madera y me gustó muchísimo, porque además me hizo ver que al construirlas contribuyo a mantener esta cultura viva”.


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Comentó que los instrumentos más solicitados son el Chicahuaztli, mejor conocido como palo de lluvia, el Atecocolli que es una trompeta de viento, la Ayacaxtli que es la sonaja prehispánica de hueso, el Tlapitzalli que es un silbato, el Omichicahuaztli, que es un huesito para hacer sonidos y el Teponaztli, que es un instrumento tipo tambor de hendidura.


“Yo trabajo sacando los códigos de los instrumentos de la revista de Arqueología Mexicana. El tiempo que tardo en construirlos depende de las piezas, el color y el tamaño, por ejemplo, con el Chicahuaztli generalmente tardo un mes en todo el proceso, al igual que con el Atecocolli, con el Ayacaxtli tardo aproximadamente una semana, el que es más rápido es el Sartal, este instrumento tarda entre una hora y dos en estar terminado”.


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“Crear los instrumentos no es fácil, porque hay ocasiones en que a las piezas que se realizan con barro se les pierde el sonido por culpa de una rebaba o algo que los tapa, por lo que tengo que volver a sacarlos, hay otros que se tardan por el color, ya que utilizo colores obtenidos de la tierra, al igual que los antepasados para que queden iguales”.



Aunque no precisó cuánto es el monto que invierte para realizar los instrumentos, mencionó que el Huehuetl, que es un tambor, tiene un costo de 100 pesos, el más pequeño, pero también lo trabaja para los que participan en las danzas y dependiendo del tallado, la madera y el tamaño puede costar de cinco mil a 30 mil pesos.

La sonaja tiene un costo de 170 pesos, el Chicahuaztli, lo vende en mil pesos, pero dependiendo de que tan elaborado sea el dibujo y que tan grande sea el guaje puede llegar a costar de mil 200 a mil 500. Destacó que actualmente estos instrumentos los utilizan los grupos de música prehispánica y aquellas personas que realizan musicoterapia.

Finalmente, mencionó que “México es un país rico en cultura y tradiciones. Los invito a que conozcan parte del trabajo de nuestros antepasados. Si te interesa adquirir alguno de mis productos y llevarte un pedacito de Mineral de Pozos, puedes comunicarte a la página de Facebook: Yoyotli”.