CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Luego de dos años sin festividad con actos presenciales, este lunes se llevó a cabo la celebración en honor a San Antonio de Padua, en el barrio del mismo nombre, donde además de la confirmación de un grupo de niños y jóvenes por parte del obispo, Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, “los locos” salieron a las calles para alegrar a los celayenses.
La celebración eucarística por parte del señor obispo comenzó aproximadamente a las 17:00 horas, con un emotivo mensaje dirigido a los niños antes de tomar el sacramento por parte de la iglesia católica.
Les invitó a comprometerse de corazón y recibir a Jesucristo, pero también habló sobre la importancia que los padrinos juegan con sus ahijados, quienes no solamente los deben acompañar durante su presentación ente la iglesia, sino toda la vida.
Asimismo, deben ser un acompañante que brinde orientación a sus ahijados, y los ahijados deben portarse bien respetar a los padrinos como si fuesen sus padres, para que además “les den domingo”, bromeó el obispo Mons. Víctor Aguilar Ledesma.
LOS LOCOS RECORREN LAS CALLES
Como parte de las celebraciones y tradiciones populares que enmarcan esta festividad de San Antonio de Padua, en Celaya, se llevó a cabo el desfile de “Los Locos”, organizado por el promotor deportivo Aurelio Nieto, quien es un importante impulsor de esta tradición popular.
De acuerdo con el organizador, el recorrido de “Los Locos” se realiza cada año en honor a San Antonio de Padua, quien es el santo patrono de los locos enamorados.
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El contingente de “Los Locos” estuvo integrado por unas 50 personas disfrazadas de diferentes personajes de la vida pública mexicana y con vestimentas extravagantes, llamativos atuendos, máscaras y pelucas de colores.
Realizaron un recorrido que inició sobre la calle Insurgentes, a las afueras del templo de San Antonio, continuando en dirección al Centro de la ciudad hasta llegar a la calle de Hidalgo y de ahí al jardín principal, donde retornaron por la calle de Obregón y 20 de Noviembre hasta regresar al templo.
A lo largo del trayecto “Los Locos” cantaron, gritaron y sacaron sonrisas a más de una persona de las que al ver el colorido grupo se quedaban unos minutos a disfrutar del alegre ambiente, mientras que los niños corrían por los dulces que los locos regalaban a su paso.