CELAYA, Gto.- Roberto Rojas Sánchez es distribuidor de El Sol del Bajío en los municipios de Tarimoro, Salvatierra y Acámbaro, entre otros, y aseguró que se sigue vendiendo el diario porque todavía hay gente que le gusta leer las noticias en papel, y dicho medio durará más años por una tradición arraigada en el Bajío.
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“Llego a las 4 de la madrugada a la casa editora, me llevo periódicos y distribuyo el periódico en 10 puntos de dos rutas, la primera es Apaseo el Grande, Apaseo el Alto, Rincón de Tamayo; después es Salvatierra, San Nicolás de los Agustinos, Acámbaro, Tarimoro y La Moncada, para volver a Celaya a eso de las 10:00 de la mañana, de lunes a viernes”, comentó.
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Comentó que el periódico en físico se sigue vendiendo. “A pesar de las redes sociales, hay todavía mucha gente que sale de casa muy temprano a comprar su periódico, porque le gusta leerlo mientras toma un café, descansa, espera a alguien, e incluso hay gente que sale con su periódico porque sabe que habrá una oportunidad para leerlo mientras espera a alguien o le toca la cita con el médico”, comentó.
Dijo que en los años que lleva como repartidor del diario, no ha tenido experiencia desagradable con perros en la calle o ladrones, sólo cierto temor de viajar en la unidad del periódico a una hora en que están muy solas las calles y la carretera.
“De las experiencias buenas son algunas, como el ir por la carretera y disfrutar el amanecer, los paisajes verdes, zonas de grandes extensiones de árboles, cerros, lomas, y en temporada de lluvias todo está verde”, comentó.
También dijo que de sus experiencias es la gran variedad de fauna que mira en el camino, como ardillas, coyotes, vacas, conejos, zorros.
Como padre de familia, dijo que su gran inspiración de trabajar es su esposa y su hijo, y todas las mañanas sale, muy de madrugada, para llegar al periódico a las cuatro y regresar hasta después de las 10:00 de la mañana.
“Me gusta la empresa, me gusta su buen ambiente y buen trato. Disfruto estar aquí, y disfruto porque se adapta a otros horarios de actividades o pendientes que debo hacer, por ejemplo, al salir del trabajo voy a casa para almorzar y después paso por mi hijo a la escuela, y ya más tarde duermo”, concluyó.