/ lunes 13 de mayo de 2024

Río Lerma, el más contaminado de México

En 2023 Salamanca ingresó a la Conagua un proyecto de 400 millones de pesos, para delimitar la zona federal del río para evitar invasiones en su cauce

El río Lerma es uno de los pocos cauces en México que debido a la gran concentración de contaminantes sus aguas, llegan a teñirse de negro, además de que de este lugar se expiden fuertes olores a hidrocarburo.

La problemática de su contaminación se remonta a los últimos 50 años, en los que la actividad industrial y el crecimiento urbano han dejado huella en el afluente, que cada ciclo agrícola sirve como conducto de distribución para los riegos de tierras de cultivo; ante ello, productores agrícolas exigen a las autoridades retomar acciones para el saneamiento de su cuenca que atraviesa cinco estados.

Al respecto, el representante estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Guanajuato, Héctor Ortega Razo, explicó que si bien la contaminación del cauce es un tema pendiente que deben atender las autoridades, pues de lo contrario sólo se está administrando un problema que puede llegar a causar afectaciones en la salud humana de las personas de Salamanca.

“El río Lerma, en su paso por Salamanca, es un foco de contaminación horrible, pero al momento que se nos permita establecer el riego de punta va tener una mejora y un saneamiento que se va reflejar en el medio ambiente, se va respirar un poco más fresco, pero en este momento sus aguas están muy sucias, de hecho está casi seco y esas aguas no nos sirven para regar cultivos, sobre todo si son hortalizas que absorben más los contaminantes, ventaja que tienen los cultivos de tallo alto, además de que ya cuando haya más agua la concentración va ser menor”, indicó.

A las orillas de su cauce de los poco más de 15 kilómetros que cruzan por Salamanca en su zona urbana, continuamente son arrojados residuos sólidos urbanos, escombros, animales muertos e incluso artículos del hogar, como televisores o salas, todo esto debido a los asentamientos urbanos y rurales, que de igual manera descargan sus aguas residuales sin tratar, por lo que ambientalistas consideran se debe aumentar el número de plantas tratadoras, además de atender la misma problemática en otras localidades.

“Estas empresas de otros municipios vierten sus desechos al Laja y éste al llegar a juntarse con el Lerma pues lo contamina mucho más de lo que se contamina aquí en Salamanca propiamente, que no es un tema menor, ni el que se deba dejar de lado, el que contamine que pagué y que realice acciones de saneamiento y remediación al medio ambiente, tenemos tres niveles de Gobierno que deben hacer lo que les compete”, aseveró Maura Alicia Vázquez Figueroa, representante de la asociación Humanos por Amor a la Madre Tierra.

Millonaria inversión para saneamiento

En 2023, Salamanca ingresó ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), un proyecto de aproximadamente 400 millones de pesos, para realizar una delimitación de lo que es la zona federal del río Lerma para evitar se siga invadiendo su cauce el cual a lo largo de los años se ha ido reduciendo, por lo que parte de los trabajos requieren la limpieza y desazolve en varios sectores.

Un proyecto relacionado que analizaron administraciones pasadas, fue solicitar la custodia del río a su paso por la ciudad, sin embargo, luego de que se determinó que el municipio no podría acceder a recursos para su limpieza y conservación, este proyecto fue dejado de lado.

En este contexto, el Consejo de la Cuenca Lerma Chapala ha considerado reactivar el Sistema Integral de Manejo Sustentable del Acuífero (SIMS), cuyo objetivo es el rescate de este cauce y se trata de un proyecto que arrancó en 2014, pero debido a los cambios de sexenio se paralizó.

Se estima que para sanear el río Lerma son necesarios alrededor de 14 mil millones de pesos, cantidad que ninguno de los últimos tres gobiernos federales ha invertido, según el Consejo de la Cuenca Lerma Chapala.

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Desde hace 25 años, la Cuenca cuenta con proyectos para el saneamiento de los acuíferos que la conforman, e incluso se han hecho inversiones, sin embargo, el principal problema nace ante la falta de confluencia entre los estados involucrados como son Guanajuato, Jalisco, México, Michoacán y Querétaro, para que cada estado tome su responsabilidad y asuma la parte que le corresponde.

El río Lerma es uno de los pocos cauces en México que debido a la gran concentración de contaminantes sus aguas, llegan a teñirse de negro, además de que de este lugar se expiden fuertes olores a hidrocarburo.

La problemática de su contaminación se remonta a los últimos 50 años, en los que la actividad industrial y el crecimiento urbano han dejado huella en el afluente, que cada ciclo agrícola sirve como conducto de distribución para los riegos de tierras de cultivo; ante ello, productores agrícolas exigen a las autoridades retomar acciones para el saneamiento de su cuenca que atraviesa cinco estados.

Al respecto, el representante estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Guanajuato, Héctor Ortega Razo, explicó que si bien la contaminación del cauce es un tema pendiente que deben atender las autoridades, pues de lo contrario sólo se está administrando un problema que puede llegar a causar afectaciones en la salud humana de las personas de Salamanca.

“El río Lerma, en su paso por Salamanca, es un foco de contaminación horrible, pero al momento que se nos permita establecer el riego de punta va tener una mejora y un saneamiento que se va reflejar en el medio ambiente, se va respirar un poco más fresco, pero en este momento sus aguas están muy sucias, de hecho está casi seco y esas aguas no nos sirven para regar cultivos, sobre todo si son hortalizas que absorben más los contaminantes, ventaja que tienen los cultivos de tallo alto, además de que ya cuando haya más agua la concentración va ser menor”, indicó.

A las orillas de su cauce de los poco más de 15 kilómetros que cruzan por Salamanca en su zona urbana, continuamente son arrojados residuos sólidos urbanos, escombros, animales muertos e incluso artículos del hogar, como televisores o salas, todo esto debido a los asentamientos urbanos y rurales, que de igual manera descargan sus aguas residuales sin tratar, por lo que ambientalistas consideran se debe aumentar el número de plantas tratadoras, además de atender la misma problemática en otras localidades.

“Estas empresas de otros municipios vierten sus desechos al Laja y éste al llegar a juntarse con el Lerma pues lo contamina mucho más de lo que se contamina aquí en Salamanca propiamente, que no es un tema menor, ni el que se deba dejar de lado, el que contamine que pagué y que realice acciones de saneamiento y remediación al medio ambiente, tenemos tres niveles de Gobierno que deben hacer lo que les compete”, aseveró Maura Alicia Vázquez Figueroa, representante de la asociación Humanos por Amor a la Madre Tierra.

Millonaria inversión para saneamiento

En 2023, Salamanca ingresó ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), un proyecto de aproximadamente 400 millones de pesos, para realizar una delimitación de lo que es la zona federal del río Lerma para evitar se siga invadiendo su cauce el cual a lo largo de los años se ha ido reduciendo, por lo que parte de los trabajos requieren la limpieza y desazolve en varios sectores.

Un proyecto relacionado que analizaron administraciones pasadas, fue solicitar la custodia del río a su paso por la ciudad, sin embargo, luego de que se determinó que el municipio no podría acceder a recursos para su limpieza y conservación, este proyecto fue dejado de lado.

En este contexto, el Consejo de la Cuenca Lerma Chapala ha considerado reactivar el Sistema Integral de Manejo Sustentable del Acuífero (SIMS), cuyo objetivo es el rescate de este cauce y se trata de un proyecto que arrancó en 2014, pero debido a los cambios de sexenio se paralizó.

Se estima que para sanear el río Lerma son necesarios alrededor de 14 mil millones de pesos, cantidad que ninguno de los últimos tres gobiernos federales ha invertido, según el Consejo de la Cuenca Lerma Chapala.

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Desde hace 25 años, la Cuenca cuenta con proyectos para el saneamiento de los acuíferos que la conforman, e incluso se han hecho inversiones, sin embargo, el principal problema nace ante la falta de confluencia entre los estados involucrados como son Guanajuato, Jalisco, México, Michoacán y Querétaro, para que cada estado tome su responsabilidad y asuma la parte que le corresponde.

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