CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- La renta de niños para explotación laboral es una realidad de Celaya, además de padres de familia que procrean hijos porque saben que son un negocio, y a quienes les piden llevar a casa entre mil y mil 200 pesos que es lo que ganan al día, dinero que no es para la educación de los infantes, ropa o alimentación, sino para las adicciones de los papás o tíos que mandan a los pequeños a las calles, exponiéndolos a sufrir accidentes en los cruceros en donde ejercen la mendicidad.

La presidenta del Patronato del Sistema Municipal DIF, Rosa Suárez de Mendoza, informó además que, debido a este lamentable panorama, arrancó el programa “Celaya por una infancia feliz”, en donde se busca concientizar a la gente a no dar dinero a los pequeños explotados por los padres de familia, porque la moneda los condena a no tener una educación, y sin educación no hay futuro para los pequeños que son golpeados, castigados o maltratados si no llevan dinero a casa.

Comentó que hay madres solteras que sólo tienen hijos para después rentarlos o explotarlos, porque los ven como un negocio con el que puede subsistir; o en el caso de parejas, utilizan a los pequeños para complacer sus adicciones, desde alcoholismo hasta drogas, incluso, pero no para la educación del pequeño.

Dijo que cuando una madre renta a su hijo, no sabe si es abusado sexualmente o de qué forma es explotado, exponiéndolo la integridad psicológica, física y emocional de los niños, niñas o adolescentes; de ahí la importancia de denunciar cuando se vea a un niño en situación de calle.

Enfatizó que la solución está en no darle al niño moneda alguna, porque de esa manera los padres ya no verán redituable el negocio, de lo contrario, al ver que el hijo lleva al día más de mil pesos a casa, se incrementará el número de niños explotados.

Aclaró que muchos casos son de otros estados, y expuso como ejemplo una familia de Chiapas que llegó con 14 niños, entre ellos cuatro pequeños de un hijo grande que también los explotaba en los cruceros, pero se les dijo que en Celaya no se permitía dicha explotación y después de tanto insistir se retiraron.

Detalló que desde noviembre y diciembre aumenta el número de padres que vienen de otros estados, e incluso de Celaya, que mandan a los pequeños a vender dulces en los cruceros, exponiéndolos a un accidente.

Ahondó que la campaña “Celaya por una infancia feliz” trabajará de la mano con programas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, como Crucero Seguro y Semaforeo, en donde no se permitirá la explotación de los pequeños.

Hizo un llamado a la población en general a denunciar al 911 cuando vean a un niño vendiendo o siendo explotado en las calles, y de inmediato acudirán psicólogos y trabajadoras sociales del DIF, acompañados de especialistas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Expuso que actualmente atienen a 140 niños en la Coordinación de Acciones a Favor de la Infancia (CAFI), en donde se les ofrece alimento, educación, distintos talleres, como robótica, pero también actividades deportivas, recreativa y culturales.

Hizo una invitación a la iniciativa privada para que pueda apoyar de forma económica o en especie, porque son muchas las necesidades que tienen para atender a los pequeños.

Entre las historias de éxito, una joven que era una niña en situación de calle, pero el DIF la rescató, le dio educación, alimentación y todas las condiciones para su desarrollo, y actualmente es psicóloga. “Gracias por sacarme de la calle”, le dijo la joven en su reencuentro con Rosita Suárez de Mendoza.