CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Luego de participar en la XIV Asamblea Plenaria de los Obispos de México, el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, viajó al Vaticano en Roma, para ser partícipe en la “Visita Ad Limina”, que tiene como finalidad, además de visitar la tumba de los apóstoles, entregar un informe al Papa Francisco sobre el estado en el que se encuentra la diócesis a su cargo en el ámbito pastoral, social y de seguridad.
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VISITA A ROMA
El padre José de Jesús Palacios Torres, vicario general y vocero de la Diócesis de Celaya, informó que del 22 al 30 de abril, Monseñor Aguilar Ledesma estará en Roma en una reunión con varios obispos de México para presentarle cada uno al Papa Francisco el estado de sus diócesis, es decir, cuántos sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos, bautizados y confirmados tienen, así como el porcentaje de católicos que tienen a comparación de la última “Visita Ad Limina”, la cual se realizó hace cinco años.
También le informará al Papa todas las acciones pastorales que se realizan en la pastoral profética, litúrgica, social, entre otras, así como la forma en que se hace la promoción sacerdotal y el acompañamiento que se les hace a los sacerdotes jóvenes y de la tercera edad.
Destacó que dentro de la Pastoral Social, Monseñor Aguilar Ledesma presentará una descripción sobre cómo se encuentra la Diócesis de Celaya en el tema de los migrantes, la inseguridad y la violencia y con este informe, a unirlo con el resto de los obispos del mundo, el Papa tendrá una visión general de cómo se encuentra la Iglesia a nivel mundial.
En caso de ser necesario, el Sumo Pontífice estará enviando una carta para cada región donde sugiriera cómo trabajar y en qué dirección, todo esto de manera eclesial, es decir, a través del fomento de la catequesis infantil, reeducando a las familias en los valores cristianos y humanos, entre otras cosas.
MENSAJE OBISPOS
Por otro lado, el sacerdote difundió el mensaje que dieron a conocer los obispos al término de la XIV Asamblea Plenaria de los Obispos de México, en la que se destaca que “aunque es imposible ignorar los múltiples escenarios, en los que por doquier parecen campear signos de muerte, tampoco podemos caer en desánimos pesimistas que podrían infectarnos de miedos y secuestrar nuestra esperanza”.
Menciona que a pesar de las desafiantes realidades que se enfrentan actualmente, como la violencia, el crimen, la violación de los derechos, la mentira, la migración forzada, el aumento de la pobreza y la polarización social e ideológica, los obispos refrendan su tarea de luchar “para que la paz ocupe el lugar de la violencia, la rivalidad abra paso a la reconciliación y el egoísmo a la caridad, para que la unidad supere a la división, la verdad a la mentira, la justicia a la impunidad y la vida a la muerte”.
En el mensaje, los obispos indican que no pueden negar, ni minimizar los signos de esperanza que se encuentran en el país, como la disposición a trabajar, los esfuerzos de las familias para salir adelante, el desarrollo de muchos niños y adolescentes, el esfuerzo de todos para superar los estragos de la emergencia sanitaria, por mencionar algunos.
“Invitamos a luchar con valor y decisión, convencidos de que el Buen Pastor, nos conduce y acompaña siempre. Nuestra opción es caminar juntos. Por eso, los obispos mexicanos deseamos seguir animando a todos nuestros hermanos a avanzar con paso firme y decidido, unidos en la fe, la esperanza y la caridad, sobre todo hacia nuestros hermanos más necesitados, ejerciendo sin fatiga el valor supremo de la misericordia”.
“Convencidos de que Cristo camina con nosotros, invitamos todos a luchar sin desfallecer para que la tan deseada sinodalidad no sea solo una teoría abstracta, sino una opción real y efectiva en nuestra vida eclesial. Necesitamos recobrar el fervor y la frescura pascual de la primera comunidad cristiana, teniendo un solo corazón y una sola alma”.
También menciona que estando en comunión fraterna, es posible enfrentar los múltiples retos pastorales para llevar adelante los objetivos planteados por el Proyecto Global de Pastoral, el cual han estado implementando durante los últimos cinco años, con la finalidad de que sea un faro iluminador para que avancen los planes de las diócesis, parroquias y comunidades religiosas.
Finalmente, externan que continuarán promoviendo e impulsando diversas iniciativas por la construcción de la paz, tales como los encuentros, diálogos, foros, conversatorios, entre otras acciones que la Iglesia, en colaboración con algunos organismos de la sociedad civil, está realizando en diversos lugares.
