CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- La tarde de este lunes se llevó a cabo la celebración eucarística en la catedral de Celaya, en presencia de las reliquias de San “Joselito, el niño mártir, cuya visita nos recuerda que no debemos de tener miedo ante la actual situación que vivimos en el municipio, tal como él lo demostró al enfrentarse a todo un ejército para defender su fe.
“Uno de los actos más grandes de este joven fue el valor que tuvo de defender su fe, pues durante la época cristera cuando se perseguía a todo aquel que profesaba su fe, una forma muy fácil de proteger la vida era encerrarse y esconderse; pero Joselito nos enseñó a dar la vida, porque la fe no se oculta, la fe se profesa”, expuso el padre Carlos Martínez Oviedo.
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Refirió que a pesar de que vivimos situaciones complicadas en nuestra región, debido a la pandemia y a la inseguridad y violencia que nos aqueja, no debemos tener miedo y ver en San José Sánchez del Rio la valentía de dar la vida por los demás y por Cristo.
Este lunes las reliquias llegaron a Celaya y los fieles tuvieron la oportunidad de asistir a la catedral para bendecir sus imágenes y escapularios, por lo que se contó con un grupo de jóvenes voluntarios que estuvieron apoyando en la organización para que hubiera el menor contacto posible y, así, atender todas las medidas sanitarias.
Cada año se efectuaba una peregrinación por las calles de la ciudad, con decenas de fieles que se congregaban para recibir las reliquias y acompañarlas en su camino a la catedral; sin embargo, debido a las restricciones sanitarias este año no se realizó dicho recorrido.
A pesar de ello la iglesia buscó hacer presencia de dicho acontecimiento a través de los medios de comunicación y con la celebración eucarística por parte del obispo de la Diócesis de Celaya, Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, la cual fue trasmitida en vivo en las páginas oficiales de la Diócesis.
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Las reliquias vienen del estado de Querétaro y este martes a las 9:00 de la mañana parten al municipio de Irapuato, luego de la santa eucaristía del padre José de Jesús Palacios, vocero de la Diócesis de Celaya y el padre Carlos Martínez Oviedo.
San José Sánchez del Río fue un joven cristero de catorce años de edad, procesado, torturado y ejecutado por oficiales del gobierno mexicano, durante la Guerra Cristera en México. El joven entregó su vida para defender su fe durante la Guerra Cristera en México. El 25 de enero de 1928, "Joselito" fue capturado y trasladado a Sahuayo, Michoacán, para ser encarcelado en la iglesia parroquial, la cual había sido profanada y devastada por los federales.
Fue declarado beato por el cardenal José Saraiva Martins en la ciudad de Guadalajara el 20 de noviembre de 2005, siendo el 21 de enero de 2016 cuando el papa Francisco firmó el decreto que habilitó su canonización. Fue canonizado por el propio Francisco el 16 de octubre del mismo año.