CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- En el último año, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) en Celaya ha registrado 32 casos de violencia contra menores de edad, en su mayoría por omisión de cuidados, y aunque el área de comunicación de dicha dependencia no precisó cuáles son, la doctora en Psicología Clínica, Yolanda Castañeda, mencionó que éstos pueden derivarse por el confinamiento, ya sea de forma leve o extrema.
La psicóloga mencionó que existen casos de omisión leves en el sentido de la higiene, es decir, no los bañan, peinan o les cambian el pañal, pero en el caso de las dos primeras se puede derivar al confinamiento, ya que no deben salir a las escuelas.
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Mientras que las omisiones alarmantes son cuando al niño no se le está dando la importancia en cuanto a su alimentación, qué come, si es nutritivo, el hecho de que les pongan a hacer cosas que no están a su alcance por su edad o no prestarles atención cuando se estresan en las clases.
Aunque en este último punto, dijo que no se debe hacer sentir a los padres de familia culpables, ya que es parte de las circunstancias, dado que, además de cuidar que sus hijos entren y entiendan las clases a distancia, deben trabajar y muchas veces están estresados por las exigencias que tienen que cumplir.
También refirió que es importante cuidar la salud emocional de los niños, buscar espacios para ayudarlos a relajarse, encontrar nuevas alternativas de convivencia dentro de la familia, salir a caminar, aunque sea en el techo o patio de la casa, ver las estrellas, caminar en un jardincito descalzos, leer un libro, platicar al respecto, inventar el cuento con los elementos que se tengan para incrementar la imaginación, que haya comunicación, entre otras cosas.
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Para los padres es importante que saquen el nivel de frustración que tienen por las exigencias que ha traído consigo la pandemia, revalorar y reconfigurar las relaciones familiares, de convivencia, sobre todo en diferentes generaciones.
“Es una oportunidad que nos está presentando la vida para ver cómo el esquema psicológico del ser humano tiene una capacidad de adaptación para volver a enfocarnos en diferentes estructuras, para hacer nuevos proyectos de vida, nuevas formas de convivencia y sobre todo generar nuevos planes. Antes, los estilos de vida que teníamos era llegar a descansar, salir a trabajar, la vida estaba a fuera de la casa y ahora es adentro de la casa y afuera es una vida provisional”.
Refirió que los padres de familia deben tener más paciencia en que la situación se va a componer, pero mientras tanto, deben buscar un punto de equilibrio por el bien de sus hijos y de ellos mismos.
