Irapuato, Gto (OEM-Informex).- Los obispos de la Provincia Eclesiástica del Bajío manifestaron su rechazo a que la unión legal de dos personas del mismo sexo sea denominada matrimonio, y señalaron que el matrimonio y siempre será constituido por un hombre y una mujer.
Esto luego de que el pasado 20 de diciembre el Gobierno de Guanajuato instruyó a las oficialías del Registro Civil a aceptar la celebración de matrimonios, indistintamente de la preferencia sexual de los contrayentes.
La Provincia Eclesiástica del Bajío dio a conocer que toda persona es libre de elegir la forma de unión en que quiera vivir sobre la base del bien personal recíproco y de la propia sociedad, aclaró que el matrimonio es la única institución que está al servicio de la existencia humana y, por ello, es fundamental la relación sexual entre hombre y mujer.
Dieron a conocer que el matrimonio tiene su finalidad y propiedades únicas y específicas como lo es la procreación de los hijos y, en reciprocidad complementaria, el cuidado de los cónyuges y la educación de la prole, asimismo expresaron que el intento de homologar otras uniones con el matrimonio es reducirlo en detrimento de su naturaleza.
Manifestaron que otras uniones de cualquier índole entre personas podrán tener reconocimiento y protección legal y social por parte de cualquier gobierno, sin embargo es de considerarse como un error la pretensión de igualarlas al matrimonio.
El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, considera erróneo que se llame matrimonio a la unión de personas del mismo sexo, ya que delante de Dios un matrimonio es conformado por personas de distinto sexo.
Refirió que las personas del mismo sexo que se unen por la vía legal merecen respeto y además deben tener acceso a protección para no ser blanco de agresiones, sin embargo destacó que de ninguna forma a esas uniones deben considerarlas como matrimonio.
“No estamos de acuerdo en que haya agresiones, a esas uniones se les debe dar protección, cuidado, derechos pero no le podemos llamar matrimonio”.