CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Con la finalidad de obtener fondos para solventar los gastos operativos de la “Casa de Maternidad y Cuna”, se lleva a cabo una súper colecta de artículos como carriolas, sillitas de bebé para comer, brincolines, gimnasios, centros de entretenimiento, electrodomésticos, andaderas, aparatos electrónicos, ropa de cama ropa, calzado y todo aquello que pueda reutilizarse, que esté limpio y en buen estado. Todo esto será puesto a la venta a muy buen precio en el “Mega Bazar”, que se llevará a cabo el próximo 20 de agosto en el Kiosco de la Alameda de 10:00 a 20:00 horas.
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Lulú Soto, encargada del Comité de Procuración de Fondos, mencionó que actualmente en Casa Cuna cuentan con 25 niños y tres adolescentes. Además, refirió que al recibir las cosas primero se separan las que les son útiles y necesarias en Casa Cuna.
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Señaló que mucha gente se beneficiará con esta iniciativa, “empezando por las personas que necesitan sacar cosas de sus casas, los voluntarios que requieren hacer servicio social y participan durante la colecta y operando el bazar, las personas que le dan una segunda oportunidad a lo soñado y a un precio súper accesible, se beneficia el medio ambiente y los más importantes que son los niños de Casa Cuna que tenemos bajo resguardo”.
Los interesados en donar algún artículo, pueden acudir directamente a las instalaciones de Casa Cuna, ubicadas en la calle Acapulco #253, en el Barrio del Zapote, en un horario de 10:00 a 18:00 horas de lunes a viernes y los sábados de 10:00 a 14:00 horas.
Los donativos se estarán recibiendo hasta el 18 de agosto y después el 20 de agosto se llevará a cabo el “Mega Bazar”, Agregó que se tienen contemplado realizar dos bazares más, el próximo 18 octubre y tentativamente para el 19 diciembre.
SE IMPLEMENTA MODELO DE INTERVENCIÓN
Por otra parte, comentó que actualmente están implementando un modelo de intervención en Casa Cuna, el cual consiste en dejar de ser solo un centro de asistencia social, donde los niños se encontraban bien cuidados, alimentados, protegidos y a salvo, sino que, ahora “estamos yendo un poco más, tratamos de sanar el cuerpo, el alma y el espíritu de los pequeños”.
Refirió que para brindar una atención más óptima cuentan con una psicóloga clínica, psicóloga ambiental, una maestra que los regulariza por las tardes, una enfermera, cuidadoras, además de que van a un colegio privado y de que están bajo un programa de nutrición que supervisa una nutrióloga.
Finalmente, hizo extensa la invitación a todo el “ramo empresarial para que colaboren, hagan aportaciones y se sumen al proyecto. Al tratar de reinsertar a los chiquitos a la sociedad, después de haber pasado por nuestro modelo de intervención se convierte en un proyecto de reconstrucción de tejido social benéfico para nuestra comunidad”, finalizó Lulú Soto.