CELAYA, Gto.- “Para Dios, los bomberos son un milagro, una bendición, porque comparten el hombro con el prójimo, con el hermano en el momento de mayor necesidad”, dijo el sacerdote del templo de La Merced, donde se ofició una ceremonia para conmemorar el Día del Bombero, ante decenas de uniformados y sus respectivas familias.
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Comentó que personas como a los bomberos se les necesita más cada día, porque todos los días hay necesidades de auxilio. “Para muchos les serán un estorbo, habrá gente que no está de acuerdo con la sociedad tan hermosa de rescate, pero Dios está con ustedes”, dijo el sacerdote.
También expuso que cuando alguien traiciona a un bombero, la sangre que derrama hace fructificar más llamamientos en este trabajo que calificó como divino, que es rescatar cuerpos.
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Ante bomberos, mujeres y hombres, jóvenes y de edad, el padre pidió a la sociedad apoyar a los bomberos, y a los uniformados los invitó a no negarse al llamado de Dios.
“Díganle, sí Señor, envíame. Aquí estoy, Señor, para qué me llamaste. Y que esa vocación divina que siga adelante, para que siempre tengamos en alguien en quien confiar para rescatar a los cuerpos, a las personas. Que Dios los bendiga. Que nosotros le pedimos a la Virgen María que los proteja con su manto en todos sus trabajos”, comentó el sacerdote.
A las 9.30 de la mañana una fila de máquinas y otras unidades de rescate salieron de la base de Bomberos de la calle Pípila, hasta llegar al templo de La Merced, en donde el padre los recibió, les dio la bendición y los hizo pasar.
La Banda de Guerra de Bomberos entraron tocando una marcha hasta llegan al altar, donde escucharon las palabras que alentaron su difícil y peligroso trabajo.
Al salir, la Banda de Guerra se colocó en fila sobre la calle Insurgentes, a un costado del templo, y por más de media hora estuvo tocando rutinas, y la última fue con el ritmo de la melodía A mí manera.
Al concluir, otro sacerdote bendijo con agua bendita las distintas unidades y máquinas de Bomberos, en las cuales subieron los operadores, familiares adelante como atrás de las unidades, y con las sirenas prendidas recorrieron las calles de la zona centro, para llegar frente a la Presidencia Municipal.
Para concluir su festejo público, se concentraron en el Templo del Carmen, donde se tomaron una fotografía del recuerdo los más de 120 elementos, y otra más con la familia, para más tarde partir a casa.