CELAYA, Gto.- Contrarrestar el tema del aborto, integrar un trabajo mixto digital y presencial con los jóvenes, dar atención a las familias irregulares, así como darle continuidad a un programa que ya se tiene elaborado para responder a las nuevas realidades son algunas de las principales acciones que Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, estará realizando como presidente de la Comisión Episcopal para la Familia, Juventud, Adolescente, Laicos y Vida para el periodo 2024-2027.
➡️ Suscríbete a nuestra edición digital
El obispo explicó que la comisión que encabeza está integrada por cinco obispos, uno de cada dimensión y un coordinador que será él. Todos tendrán sus equipos secretarios ejecutivos nacionales y los equipos con los que trabajan a nivel nacional cada una de estas dimensiones. El principal trabajo será coordinar, impulsar y animar todas.
Sobre sus metas, comentó que tienen un proyecto global de pastoral que les indica por dónde tienen que caminar, además de que tiene un programa elaborado para darle continuidad y responder a las nuevas realidades que se viven en la sociedad.
“De manera especial, en la dimensión de la vida es protegerla. Actualmente el tema del aborto es una oleada, todos quieren aprobar la despenalización y, sobre todo, irse hasta el noveno mes, ya no tienen pena los señores que están legislando. En esta dimensión tenemos mucho en qué trabajar”.
“Otra dimensión es la de los jóvenes, porque el trabajo es muy diversificado. Tenemos que ver cómo trabajar con los lenguajes y la manera de integrar un trabajo mixto digital, presencial y, sobre todo, con distintos ambientes de los jóvenes que viven en ambientes rurales, jóvenes universitarios, los que están en casa, los obreros. Es el cómo poder hacer con ellos un trabajo en las diócesis como en las provincias”.
Las otras dos metas, comentó el obispo, están relacionadas con la pastoral familiar y el cómo poder ayudar, no solo a las familias tradicionales, sino a aquellas irregulares, es decir, los divorciados vueltos a casar, los divorciados que no se han vuelto a casar, los que no se casan ni por el civil, ni por la Iglesia, los que solo se casan por el civil y no por la Iglesia, así como las familias de migrantes que se van quedando en distintos lugares.
“Aquí en Celaya son pocos los migrantes que se han quedado y han hecho familia. Son migrantes irregulares que no tienen papeles. Es ver cómo ayudar a las que ya se integraron a la ciudad y hacer que entren en un tejido social adverso para ellos. A veces no hablan el idioma, lo que muchos paisanos sufren en Estados Unidos unos lo empiezan a vivir aquí. Tenemos bastantes metas y retos, hay otros programas que les daremos continuidad, pero estos son los focos que tenemos que atender”, concluyó el obispo.
Cabe recordar que, durante la “CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano”, que se llevó a cabo del 11 al 15 de noviembre por parte de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se le dio esta encomienda a Monseñor Aguilar Ledesma.