ACÁMBARO, Gto.- La creación de las conocidas “k’jitas” se le atribuye al comerciante Armando Martínez Martínez, quien desde hace más de 27 años vende hamburguesas, hot dogs, quesadillas, perrotes y las tradicionales k’jitas.
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Su lugar de venta se encuentra entre las calles Héroe de Nacozari y Primero de Mayo a un costado de la antigua estación del ferrocarril.
Desde hace más de 27 años se ha dedicado a la venta de estos alimentos, sin embargo, desde que él era un niño ya ayudaba a sus abuelos y papás en la venta de alimentos.
Armando Martínez refirió que “lo que vendían antes mis papás eran los famosos tacos dorados, mismos que todavía se venden en la actualidad por mis hermanos en la calle Pino Suárez esquina con Hidalgo; mi abuelito, Tranquilino Martínez, fue el primero que inició con este oficio hace medio siglo, después mi papá Armando se quedó con el negocio hasta que se los heredó a mis hermanos”.
Agregó que “los tacos dorados se vendían en la esquina Abasolo con Matamoros, después de Abasolo con Hidalgo y finalmente hasta la Pino Suarez con Hidalgo, yo ya no quise seguir con este oficio que nos heredó mi abuelo Tranquilino, yo comencé a vender hamburguesas y hot dogs en el año de 1997”.
Indicó que “como todo emprendedor me costó iniciar desde abajo en una feria de Acámbaro, después me instalé en la calle Hidalgo con Javier Mina hasta llegar a la Héroe de Nacozari con Primero de Mayo donde he permanecido por muchos años”.
Resaltó que “la creación de la K´jitas iniciaron por pura casualidad, fueron unos clientes quienes me comenzaron a pedir que se hiciera una hamburguesa, pero con el pan de los hot dogs, después de esto yo empecé a hacerlo más seguido agregándole los ingredientes especiales, al no saber cómo llamarlas las bauticé como k’jitas, después empezamos a hacer las k’jotas y sucesivamente los perrotes, especialidad nuestra”.
Señaló que “las k´jitas están hechas como una hamburguesa especial, llevan su carne de res, jamón de pavo, salchicha de pavo, en lugar de bimbollos le ponemos dos panes de hot dog, uno arriba y otro abajo con un corte de cuatro”.
Desde entonces, las famosas k’jitas se empezaron a realizar en diferentes puntos del municipio, sin embargo, esta creación se le atribuye a Armando Martínez.
