CELAYA,Gto.- No es válido apropiarse de una casa solo con el dicho del hijo que asegura y jura que el padre, antes de morir, le dijo que la vivienda se la dejaba a él, sino que únicamente se tomará en cuenta lo que indique el testamento. De no existir, podría costar a la familia entre 50 mil y hasta más de 100 mil pesos solucionar el problema de una propiedad intestada.
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El notario Romualdo Francisco Orozco Galindo, durante la jornada de asesoría gratuita que realizó en el patio de la presidencia municipal, como parte del programa Septiembre, Mes del Testamento, invitó a la población dueña de alguna propiedad, predio o vivienda a aprovechar el servicio que se ofrece en la Octava Jornada de Información y Asesoría Notarial Gratuita, y no dejen problemas entre los hijos o familiares.
Explicó que un inmueble intestado acarrea una gran carga de gestiones para los familiares que quieran tener los documentos en regla de la casa o el predio que el padre o la madre dejaron sin haber hecho el testamento.
Comentó que el costo para arreglar una casa intestada puede ascender según las características de la propiedad, el lugar en que se encuentra, pero puede ser desde 50 mil pesos y en algunos casos hasta más de 100 mil pesos.
Explicó que otro problema es el tiempo que representa y puede llevar de uno y hasta tres años o más, dependiendo la voluntad de los hijos o familiares del dueño de la casa, porque en ocasiones, al morir, salen más familias a reclamar los bienes, y el último testamento es el válido, aunque haya dejado varios años antes.
Señaló que durante la jornada notarial organizada por el Colegio de Notarios, se ha recibido todo tipo de casos, desde aquellos en donde la persona dueña de la casa, antes de morir, dejó el testamento con la condición de que se incluya a otras familias, o que le hagan su novenario y paguen por un año misas o intenciones en la parroquia, y dichos deseos que la persona dejó en el testamento deben cumplirse.
Para concluir, reiteró la invitación a los celayenses de zona urbana o rural que tengan alguna propiedad a su nombre a que pasen a conocer los requisitos para contar con el testamento, y así evitar dejar serios problemas entre los hijos, nietos y familias que aparezcan a última hora.