CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- La Diputada Local por el Distrito 9, Katya Soto presentó ante el Congreso del Estado una iniciativa que tiene por objetivo reformar y adicionar diversas disposiciones a la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato, como el prohibir cualquier tipo de mal trato o violencia hacia los pequeños; pero también se busca generar programas y planes en materia de crianza positiva, la cual se busca que se genere desde el interior de las familias.

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Como integrante de la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad de Género y Salud Pública, explicó que el castigo corporal humillante está en el Código Civil Federal, pero con la iniciativa que presentó se busca homologar en el Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato.

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Pero también se pretende clarificar el tema, a través de la crianza positiva, en donde se busca que el trato humillante no sea permitido en ninguna familia guanajuatense.

“La iniciativa tiene por objetivo prever expresamente la prohibición del castigo corporal y físico, así como el trato humillante”, precisó.

Añadió que la iniciativa contiene regulaciones para, por ejemplo, prever obligaciones para quienes ejercen patria potestad, tutela, guarda o custodia, de asegurar y ofrecer un entorno afectivo, comprensivo y sin violencia para el pleno y armonioso desarrollo integral; mediante el cuidado, el vínculo filial sano, relaciones no violentas, respetuosos, positivas y participativas.

La Diputada por el Distrito 9, que abarca Apaseo el Grande y San Miguel de Allende, definió como castigo corporal o físico: todo aquel acto cometido en contra de niñas, niños y adolescentes en el se utilice la fuerza física, incluyendo golpes con la mano o con algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las orejas, obligar a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos o cualquier otro acto que tenga como objeto causar dolor o malestar, aunque sea leve.

Sobre la crianza positiva, expuso que es el comportamiento de las madres, padres y tutores, con base en el interés superior de la niñez, donde se promueve la atención, el desarrollo de capacidades, el ejercicio de la no violencia, ofreciendo el reconocimiento y orientación necesaria sin dejar de contemplar el establecimiento de los límites relativos a la disciplina, los cuales permitan el pleno desarrollo de las niñas, niños y adolescentes.

Por último, se refirió al trato humillante o degradante, como el castigo ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador y de menosprecio, y cualquier acto que tenga como objetivo provocar dolor, amenaza, molestia o humillación cometido en contra de las niñas, niños y adolescentes.