CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Las principales preocupaciones que tienen los obispos de México son la pobreza creciente, la inseguridad, la violencia, el narcotráfico, la drogadicción, las extorsiones, los secuestros, los feminicidios y los miles de desaparecidos, mencionó el padre José de Jesús Palacios Torres, Vocero de la Diócesis de Celaya, quien dio a conocer el mensaje enviado a los fieles por parte de la jerarquía católica, luego de llevarse a cabo la CXIII Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El sacerdote refirió que los obispos, preocupados ante la realidad que se está viviendo, decidieron enviar un mensaje al pueblo católico para expresar su deseo de seguir colaborando en la construcción de un país más justo, fraterno, unido y en paz.
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“Los tiempos actuales son complejos y desafiantes. Nos preocupan, entre otras cosas, la pobreza creciente y la destrucción del medio ambiente, la inseguridad y la violencia, el narcotráfico y la drogadicción, las extorsiones y los secuestros, los feminicidios y los miles de desaparecidos”.
“Los desplazamientos forzados de tantos migrantes, quienes buscando una vida mejor, atraviesan el territorio nacional convertidos, tristemente, en mercancía humana, las amenazas a la democracia, la libertad religiosa y de expresión, la polarización ante las diversas propuestas políticas, alimentada, muchas veces, por quienes deben promover la unidad para el bien del país”.
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Comentó que ante esta realidad Jesús les dice que no pierdan la paz ni se acobarden, por tal motivo, llenos de esperanza y sensibles frente a la situación actual, aseguraron que no se quedarán con los brazos cruzados ante los problemas que afectan a todos.
“A este respecto, el Papa Francisco nos propone que no trabajemos de manera aislada, sino que hagamos un trabajo de respuesta conjunta comenzando por las familias, involucrando a las comunidades, las escuelas, las instituciones comunitarias, las comunidades políticas, las estructuras de seguridad, sólo así se podrá liberar totalmente de las aguas en las cuales lamentablemente se ahogan tantas vidas”.
Mencionó que los obispos de México perciben que la inmensa mayoría de los mexicanos sueña y está dispuesta a construir una sociedad en la que todos puedan sentarse en armonía en la mesa común, donde nadie tenga que comer las migajas que caen de la mesa, sino que de manera fraterna se ayuden a encontrar nuevos caminos en las relaciones sociales, políticas y económicas, a fin de construir una patria mejor para todos.
Comentó que los obispos creen importante la organización de conversatorios y foros, “con miras a un diálogo nacional para acuerdos por la paz que involucre a diversos sectores de la sociedad civil, y a los que deseamos sumarnos”.
“Estamos seguros de que la intercesión de la Santísima Virgen de Guadalupe, presente en el corazón de todos sus hijos, que nos ha dicho: ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu madre?, nos ayudará a renovar la mente y el corazón para construir la casita sagrada que es un lugar donde nadie se siente extraño, un lugar de encuentro, convivencia y cercanía”, concluyó el mensaje.