CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Para reducir la desigualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral, “se requieren de políticas concretas desde el ámbito público y privado encaminadas a lograr condiciones óptimas para que ellas entren, permanezcan y crezcan en el mercado laboral”, informó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien propuso 10 acciones como guía para construir un país más incluyente y competitivo, las cuales se dividen en gobierno y sector privado.

10 ACCIONES PARA LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MERCADO LABORAL

GUBERNAMENTAL

Avanzar hacia un Sistema Nacional de Cuidados asequible y de calidad. - En esta primera acción, menciona que al ser las mujeres las que en general son las cuidadoras de los hijos, padres de avanzada edad, enfermas o con discapacidad, es importante reducir la carga de desproporcionalidad de las tareas y apoyar su desarrollo profesional.

Por tal motivo, la IMCO propone crear un Sistema Nacional de Cuidados que atienda a las infancias, a los adultos mayores y personas con discapacidad, que se cuente con personal capacitado, se garanticen instalaciones seguras y limpias, además de contar con un presupuesto suficiente.

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Fomentar la corresponsabilidad en los hogares. – En la segunda acción contextualiza que, al no existir igualdad en el hogar, difícilmente se logrará en el mercado laboral, por ello indica que es necesario que los permisos de paternidad sean parecidos a las licencias de maternidad, ante esto, propone que sean obligatorio, intransferibles, que sean mayor a los cinco días que otorga la Ley Federal de Trabajo y que estos sean financiados por el Estado a través de los esquemas de seguridad social.

Promover alternativas de educación flexible para mujeres. – En la tercera acción, la IMCO menciona que es necesario impulsar alternativas más cortas y flexibles como la formación dual en el bachillerato o las carreras técnicas, para que más mujeres adquieran las habilidades que el mercado laboral demanda.

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Generar información con perspectiva de género. – En la cuarta acción destaca que es importante que existan datos con perspectiva de género, ya que ayudan a identificar y atender las necesidades que tienen las mujeres y los hombres.

Pero aclara que la información no solo es para limitarse a la desagregación por sexo, sino que es fundamental que se conozca el número de papás en México, la población beneficiaria de servicios de cuidados, específicamente mujeres, niñas, niños y adultos mayores, el número de servidores y servidoras públicas por institución, tipo de puesto y nivel de ingreso.

Medir y visibilizar las brechas de género de las instituciones federales. – En la quinta acción la IMCO propone generar información a través de autodiagnósticos en las instituciones públicas, ya que permite medir, evaluar, monitorear las brechas de género, identificar las desigualdades y principales barreras que enfrentan las mujeres.

Indica que con esta información se podrán diseñar políticas que impulsen el crecimiento de la mujer dentro de la administración pública. “Un ejemplo de este tipo de herramientas son los registros de nómina, en los que las instituciones públicas proveen información clave que permite analizar las brechas de género por puesto y nivel de ingreso”.

SECTOR PRIVADO

Transparentar datos con perspectiva de género. – En la sexta acción el documento indica que los datos con perspectiva de género permiten detectar y cerrar brechas en las organizaciones, ya que “es posible crear planes de desarrollo que se adecúen a las necesidades de mujeres y hombres y así mejorar sus condiciones laborales. Participar en plataformas e iniciativas de transparencia de datos puede ayudar a replicar mejores prácticas de equidad en el sector privado”.

Realizar autodiagnósticos para medir brechas de género. – En la séptima acción, refiere que los autodiagnósticos son una herramienta útil para las organizaciones, debido a que se identifican las barreras que enfrentan las mujeres para crecer en los distintos niveles jerárquicos y las áreas de oportunidad donde pueden incidir.

“Al realizarlos, es necesario tomar en cuenta aspectos como la selección y el reclutamiento del personal, los tabuladores de sueldos, la representación femenina en puestos de toma de decisiones, las políticas de vida-trabajo y el ambiente laboral”.

Impulsar políticas de integración vida-trabajo. – En la octava acción, puntualiza que las políticas que permiten un balance entre las responsabilidades laborales y del hogar son necesarias para mejorar la calidad de vida de las trabajadoras.

Por lo que, el sector en el que opera la empresa y las características específicas del negocio deben ser tomados en cuenta, “pero no todas implican un costo elevado, e incluso pueden eficientar costos y crear una mejor cultura de trabajo, por ejemplo: Incorporación de un esquema de trabajo híbrido semipresencial o virtual, promover horarios flexibles, garantizar las licencias parentales e incorporar apoyos para servicios de cuidados y de lactancia”.

Ampliar los permisos de paternidad. – En la novena acción, menciona que es necesario que las empresas promuevan que los trabajadores aprovechen el permiso de paternidad al que tienen derecho según lo establece la Ley Federal del Trabajo que es de cinco días con goce de sueldo.

Además, la IMCO propone que las organizaciones pueden ampliar este beneficio, ya que visibilizar, mejorar y replicar estas prácticas puede servir como referente para otras empresas para mejorar las condiciones laborales de su plantilla y fomentar una corresponsabilidad en las labores de cuidado y crianza.

Promover la certificación de igualdad laboral. – En la décima acción, la IMCO destaca que la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación (NMX-025), “es un esfuerzo voluntario para impulsar políticas con perspectiva de género y no discriminación en las empresas”, por tal motivo, destaca que, al promover la igualdad salarial, reducir sesgos en el reclutamiento y atender la violencia salarial se traducen en un mejor ambiente laboral y mayor productividad.