Podrían agricultores tener pérdida total si no aumentan niveles de agua en la Presa Allende

El escenario es crítico para quienes que se benefician con la reserva de agua de este lugar

Juan Alarcón | El Sol del Bajío

  · viernes 5 de marzo de 2021

Hoy enfrentan un panorama de sequía alarmante en el que consideran pérdidas totales en la agricultura. | Fotos: José Ortiz Moya | El Sol del Bajío

SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto.- (OEM-Informex).- En 2020 se perdió el 50% de las cosechas y para este año, los agricultores podrán tener pérdida total si no aumentan los niveles de agua de la Presa Allende. De este embalse, dependen 15 mil productores agrícolas de la zona Laja-Bajío, de municipios como San Miguel de Allende, Comonfort y Celaya, a quienes las pocas lluvias y la disminución de agua en las presas, les muestran un crítico panorama.

A la fecha, la presa Allende se encuentra al 13% de su capacidad y va a la baja. El escenario es crítico para quienes que se benefician con la reserva de agua de este lugar. Debido a las pocas lluvias que dejó el 2020 y que la próxima temporada de lluvias se prevé hasta dentro de cuatro meses, el problema de la sequía se agudiza; sin contar que la presa se podría convertir en foco de infección al comenzar a morir los peces.

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Anastasio Mendoza, agricultor y representante del Módulo de Riego Comonfort, perteneciente al distrito 85, explicó que: "Desgraciadamente el año pasado no nos llovió como otros años, pero tenemos poquita agua de la presa con la que pudimos rescatar algo, pero la mayor parte del temporal no se cosechó, entonces venimos de un año crítico, todos los que dependemos del agua de la Presa Allende. Y como no hubo lluvias, aguas arriba con las que se mantiene la presa, este año no vamos a tener volumen para riego, entonces no vamos a tener un ciclo agrícola bueno".

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Los agricultores de esta zona, se encuentran acorralados, ya que también mencionó Mendoza, que ahora dependen de las lluvias de temporada las cuales se pronostican hasta mediados de junio, pues al llegar la primera lluvia se podrá determinar si se va a poder tener un ciclo agrícola bueno, llamado de temporal.

No obstante, se espera que por lo menos este 2021 se presenten lluvias que puedan elevar el nivel de las aguas de la Presa Allende, con la finalidad de que el 2022, sea un año en el que sí se pueda contar con el líquido vital para generar un ciclo agrícola de riego y no depender de las lluvias.


"Cuando tenemos agua en la Presa Allende, se da el primer riego, nosotros sembramos en abril y dependiendo de la capacidad de agua de la presa podemos tener todos hasta un segundo y un tercer riego y no depender totalmente de las lluvias (temporal), para en octubre poder empezar con la cosecha", Explicó Anastasio.

Lo que más se siembra en esta zona son granos, como maíces y sorgo. Los cuales son distribuidos no solo en Guanajuato, sino de forma nacional e internacional; siendo los mayores acaparadores, Jalisco, Estado de México y Monterrey.

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Es de recordar que esta zona del Laja-Bajío, ha sufrido de problemas contrarios a la sequía cuando en otros años las continuas lluvias han llevado a la Presa Allende, al máximo de su capacidad causando graves inundaciones en Comonfort y Celaya, al desbordarse el Río Laja cuando esta presa abre sus compuertas; sin embargó, Anastasio señaló que, ante estos dos escenarios, son preferibles las inundaciones. "Había problemas por las inundaciones, pero como quiera teníamos agua, en esos momentos había gente que se inundaba y perdía, pero muchos salíamos beneficiados porque teníamos el agua para riego, para tener la cosecha. Ahora con la sequía nadie se beneficia".


Hoy la Presa Allende se encuentra por debajo de su nivel considerado de riesgo, lo que impide la apertura de la compuerta de este contenedor y soltar agua para los agricultores. Cabe destacar que el director de Protección Civil de San Miguel de Allende, Josafat Enríquez, dijo que históricamente, es la primera vez que la presa Allende desde 1967 que fue inaugurada, llega a estos niveles tan bajos de agua. Por lo que también esta situación preocupa, ya que, de seguir disminuyendo el agua, el fuerte sol calentará lo que queda de líquido, donde se resguardan los miles de peces que habitan en esta presa y por tanto comenzarán a morir, provocando uno de los problemas más graves para esta zona, un foco de infección para los habitantes de las comunidades aledañas.